Los nuevos aranceles de Estados Unidos a las importaciones de camiones medianos y pesados entraron en vigor hoy, aunque con un alivio parcial para los vehículos que ingresan al país bajo un acuerdo comercial clave de América del Norte.
El nuevo esquema impone un arancel del 25 % a los camiones y del 10 % a los autobuses, tras una investigación de la Sección 232 iniciada por el gobierno del presidente Donald Trump para evaluar el impacto de dichas importaciones en la seguridad nacional.
El mandatario ha utilizado investigaciones de este tipo, amparadas en la Ley de Expansión Comercial de 1962, para imponer aranceles a diversas categorías de bienes con el fin de fortalecer la producción interna y sancionar a los países que, según Washington, se benefician injustamente del comercio con Estados Unidos.
En este contexto, los sectores del acero y el aluminio también han sido objeto de gravámenes del 50 %, mientras que los automóviles enfrentan un arancel del 25 %.
No obstante, la Casa Blanca aclaró en octubre que los nuevos aranceles a los camiones no se sumarán a los gravámenes ya aplicados al acero, el aluminio, el cobre, los automóviles y la madera. Asimismo, los camiones quedarán exentos de los aranceles “recíprocos” adicionales, cuyas tasas varían según el socio comercial.
			