Cuatro integrantes de la unidad Radwan de Hezbolá murieron en un bombardeo israelí en el sur del Líbano. El ataque ocurrió el sábado por la noche en Kfar Roummane, cerca de Nabatieh. El ejército israelí afirmó que el objetivo principal era el jefe de logística de esa fuerza de élite.
Las autoridades libanesas confirmaron también la muerte de cuatro personas. El ejército israelí no reveló el nombre del comandante, pero indicó que coordinaba el traslado de armamento e impulsaba “intentos de restaurar la infraestructura terrorista” en la región meridional del país.
El Ministerio de Salud del Líbano informó que el ataque “mató a cuatro personas e hirió a tres en un balance preliminar”. Los otros tres muertos pertenecían igualmente a la Fuerza Radwan, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que afirmaron que sus actividades violaban el alto el fuego vigente.
Medios libaneses identificaron a los muertos como Jawad Jaber, Hadi Hamid, Abdullah Kahil y Muhammad Kahil. Según las FDI, esa unidad de élite tenía el encargo de penetrar en territorio israelí en caso de un conflicto y había trabajado en el plan “Conquistar Galilea” hasta la guerra de 2023-2024.
El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró el domingo que el presidente libanés, Joseph Aoun, mantiene bloqueados los esfuerzos para desarmar a Hezbolá. Advirtió que Israel intervendrá si Beirut no actúa. “Hezbolá está jugando con fuego y el presidente libanés está arrastrando los pies”, escribió Katz en X.
“El compromiso del gobierno libanés de desarmar a Hezbolá y sacarlo del sur del Líbano debe cumplirse”, añadió el ministro. Sostuvo además que “la aplicación máxima continuará y se profundizará, no permitiremos una amenaza para los residentes del norte [israelí]”.
Hezbolá inició sus ataques contra Israel el 8 de octubre de 2023, un día después de la invasión del grupo terrorista Hamás en el sur israelí. Ese suceso provocó la guerra en Gaza. Tras un año de enfrentamientos, Israel lanzó en septiembre de 2024 una ofensiva amplia contra Hezbolá y eliminó a la mayoría de sus líderes.
El alto el fuego declarado en noviembre de 2024 dispuso la retirada de ambos bandos del sur del Líbano para ser reemplazados por el ejército libanés. Israel abandonó casi todas sus posiciones fronterizas, salvo cinco, y continúa atacando lo que considera intentos de rearme por parte de Hezbolá.
Desde entonces, las FDI aseguran haber abatido a más de 330 miembros del grupo terrorista, destruido cientos de instalaciones y realizado más de 1.000 incursiones y operaciones en respuesta a violaciones del acuerdo. En las últimas semanas, las fuerzas israelíes intensificaron sus ataques.
Hezbolá enfrenta presiones internas e internacionales para entregar sus armas. El ejército libanés propuso un plan de desarme, pero su falta de munición ha frenado el proceso. El grupo, respaldado por Irán, promete mantener su arsenal. Israel sospecha que ha obtenido nuevas armas, lo que aumenta el riesgo de otra confrontación.
