El embajador Tom Barrack atacó a la dirigencia libanesa, cuestionó el desarme de Hezbolá y propuso acuerdos con Israel durante el Diálogo de Manama.
Críticas severas y diagnóstico de estado fallido en el caso libanés
Tom Barrack lanzó calificativos duros hacia el Líbano y sus líderes en el Diálogo de Manama del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, en Baréin. Lo llamó “estado fallido”, tildó a sus dirigentes de “dinosaurios” y afirmó que el gobierno probablemente no cumplirá la exigencia central de Washington de desarmar a Hezbolá. Expuso ese juicio durante una sesión de preguntas y respuestas y mencionó fallas bancarias e infraestructura básica deteriorada a lo largo del país.
El embajador describió un deterioro institucional acumulado. Dijo: “Has tenido un caos abyecto y una guerra durante 40 años. Ha habido cuatro gobiernos fallidos. Y has tenido seis guerras en el tiempo que cualquiera puede recordar”. Señaló que ese contexto socava la noción de un Estado funcional. También recordó su papel previo como enviado para Siria y embajador en Turquía, además de gestiones diplomáticas puntuales con Beirut.
Para justificar su valoración, retomó la pregunta sobre quién ejerce autoridad real. Dijo: “El estado es Hezbolá”. Afirmó que, en el sur, ese grupo ofrece agua, educación y estipendios. Estimó 40.000 efectivos para Hezbolá frente a 60.000 en las Fuerzas Armadas Libanesas. Añadió una brecha salarial: 2.200 dólares mensuales para combatientes de Hezbolá frente a 275 dólares para soldados de las LAF, diferencia que ilustra poder material desigual.

Según Barrack, Hezbolá conservó entre 15.000 y 20.000 cohetes y misiles que amenazan a Israel, pese a quedar gravemente debilitado tras la guerra de 2023-2024. Recordó que Estados Unidos presionó al gobierno libanés para desarmar al grupo y que el propio gobierno aceptó ese mandato. Sin embargo, juzgó irreal esa meta. Indicó: “No es razonable decirle al Líbano: ‘Desarma por la fuerza a uno de tus partidos políticos’”. Planteó reducir el uso de esos arsenales.
Puntos clave citados por Barrack y cifras relevantes
- Hezbolá retuvo entre 15.000 y 20.000 cohetes y misiles tras la guerra.
- Fuerzas: Hezbolá, 40.000; LAF, 60.000; salarios: 2.200 frente a 275 dólares.
- Calificación de “estado fallido” e infraestructura y banca en condiciones críticas.
- Cuatro gobiernos fallidos y seis guerras mencionadas en su recuento histórico.
Ruta propuesta: negociaciones con Israel y realineamiento regional
Barrack instó al Líbano y a Siria a cerrar acuerdos con Israel dentro de un “realineamiento” regional más amplio. Enmarcó esa propuesta con tensiones en aumento: Israel continuó ataques en el sur del Líbano tras acusar violaciones del alto el fuego, mientras Hezbolá pareció rearmarse. Reiteró que un diálogo con Israel abriría una salida política. Sostuvo que la coyuntura regional, incluida la tregua en Gaza, favorecía ese giro diplomático hacia la normalización.
El embajador afirmó que Israel “le debe un favor a Estados Unidos” por la participación estadounidense en el ataque de junio contra instalaciones nucleares iraníes. Consideró que esa deuda habilita acuerdos fronterizos rápidos. Señaló un obstáculo legal y político en Beirut: “No se puede decir la palabra Israel en el Líbano. Es ilegal mantener una conversación con Israel”. Aun así, defendió iniciar contactos directos con expectativas claras de un acuerdo diplomático formal.

Evaluó al liderazgo libanés con nombres propios. Dijo que el presidente Aoun, el primer ministro Nawaf Salam y el presidente del Parlamento, Nabih Mustafa Berri, “lo intentan”, aunque los calificó de “dinosaurios”. Propuso centrar conversaciones en la Línea Azul, frontera entre el Líbano e Israel, y coordinar con Siria. Aseguró que, con ese formato, el proceso podría concluir en cuatro meses, siempre que exista voluntad política real para compromisos verificables.
Presentó los Acuerdos de Abraham como modelo útil. Recordó su firma en 2020 entre Israel y varios países árabes, incluido Baréin, y afirmó que ese marco evidenció a Israel como aliado dominante en el nuevo tablero regional. A la vez, surgieron reportes de presión adicional. Al Akhbar publicó que Barrack advirtió sobre una “última oportunidad” para pactar con Israel. La nota citó fuentes no identificadas y su veracidad no se confirmó de inmediato.
Contexto militar y diplomático tras la guerra entre Israel y Hezbolá
Las tensiones regionales formaron un telón de fondo constante. La guerra entre Israel y Hezbolá comenzó el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque liderado por Hamás, y se extendió hasta un alto el fuego en noviembre de 2024. Tras esa tregua, el ejército libanés elaboró un plan de desarme y empleó artillería para volar reservas del grupo. Según informes, esa acción agotó explosivos disponibles. Hezbolá, con respaldo iraní, prometió no deponer las armas.
Israel mantuvo tropas en cinco puntos dentro del Líbano y ejecutó ataques regulares contra objetivos que describió como intentos de rearmarse por parte de Hezbolá. Aun con esa presión, Israel consideró que el grupo acumuló algunas armas nuevas, lo que elevó el riesgo de un nuevo choque. Por su lado, el Líbano afirmó que Israel rechazó el mes pasado una propuesta para iniciar conversaciones sobre la retirada de las FDI del territorio libanés.

En paralelo, Barrack elogió el papel de Turquía como mediador en la guerra de Gaza. Sostuvo que el reciente alto el fuego y el acuerdo de rehenes dependieron de los esfuerzos de Ankara y de la presión sobre Hamás. Reconoció la relación volátil entre Israel y Turquía y sostuvo que el temor mutuo a un expansionismo carecía de fundamento. También recordó antecedentes polémicos propios: en agosto generó rechazo por exhortaciones consideradas ofensivas hacia periodistas libaneses.
El diario Al Akhbar informó que Barrack transmitió a funcionarios libaneses una advertencia tajante: negociar con Israel bajo auspicios estadounidenses y acordar calendario y mecanismo para el desarme, o afrontar abandono prolongado. Esa publicación atribuyó citas directas a fuentes bien informadas sin identificar. Barrack defendió esfuerzos no violentos para neutralizar a grupos armados. La autenticidad del reporte quedó sin confirmación inmediata, por lo que su estatus permaneció en duda.
Perspectiva sobre Siria y avances de diálogo formal actual con Israel
Sobre Siria, Barrack mostró mayor optimismo. Explicó que Israel y Siria participaron en rondas sucesivas de diálogo y elogió al gobierno del presidente interino Ahmed al-Sharaa, quien depuso a Bashar al-Assad. Afirmó que el “régimen de Al-Sharaa” avanzó en diez meses hacia un escenario inédito, quizá incluso hacia una vía de normalización con Israel. Presentó ese camino como referencia útil para la dirigencia libanesa en busca de salidas duraderas.

Describió el estado de las conversaciones como un proceso en marcha. Dijo: “Estamos en nuestra quinta serie de discusiones con Israel, discusiones sobre frontera y desescalada”. Planteó que un realineamiento regional podría surgir muy pronto y que ese tejido diplomático abriría márgenes concretos para acuerdos verificables. Subrayó que el Líbano debería seguir ese ejemplo con una agenda precisa que priorice seguridad fronteriza y mecanismos prácticos para impedir el uso de arsenales.
En su conclusión, Barrack sostuvo que el Líbano “puede hacer lo que quiera hacer”. Indicó un recorrido directo: acudir a Jerusalén o Tel Aviv para sostener una conversación, junto con Siria. Afirmó que “Siria muestra el camino” y que “Siria llegará primero”. Con esa premisa, insistió en reemplazar imposiciones inviables con incentivos políticos y garantías regionales que reduzcan riesgos de guerra civil y que contengan las capacidades misilísticas de Hezbolá mediante disuasión y compromisos formales.
El funcionario vinculó cada propuesta con condiciones políticas ya en curso: la tregua en Gaza, la salida del poder de Assad el año pasado y el precedente de los Acuerdos de Abraham. Señaló que Israel se mostró dispuesto a negociar fronteras con sus vecinos y reiteró que “le debe un favor a Estados Unidos”. Aun con restricciones legales en el Líbano sobre contactos con Israel, defendió abrir un canal que habilite un acuerdo diplomático verificable.
