El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, presentó un marco presupuestario inicial del Estado para 2026, basado en un objetivo de déficit del 3,2 por ciento del producto interior bruto, y abogó por una gestión más eficiente del gasto en defensa tras dos años de costos bélicos desorbitados.
“El estamento de defensa no puede seguir controlando ambos extremos”, afirmó Smotrich. “Por un lado, es un sistema con una gran demanda y necesidad de fondos, y por otro, deberá esforzarse para administrar este recurso”.
El déficit presupuestario en 2024 alcanzó el 6,9% del PIB debido al aumento del gasto en defensa y en partidas civiles como consecuencia de la guerra contra el grupo terrorista Hamás en Gaza. Desde entonces, se redujo al 4,7% en septiembre.
Hasta ahora, la guerra de dos años le ha costado a la economía 250 mil millones de NIS ($77 mil millones), de los cuales 180 mil millones de NIS ($55 mil millones) correspondieron a gastos directos en defensa y seguridad, según Smotrich.
En una conferencia de prensa en Jerusalén, Smotrich prometió reducir los impuestos a la población trabajadora e impulsar una reforma del sistema bancario, incluido el ámbito fiscal.
En la misma conferencia, el director general del Ministerio de Finanzas, Ilan Rom, criticó la gestión del presupuesto de defensa por considerarla derrochadora y pidió cambios estructurales en ese gasto para lograr una mayor eficiencia.
“El gasto en defensa es la piedra angular del presupuesto y determinará su composición”, señaló Rom.
