Políticos de la coalición y de la oposición se unen para condenar la victoria del candidato demócrata de extrema izquierda Zohran Mamdani en las elecciones a la alcaldía de Nueva York.
“La elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York será recordada para siempre como un momento en que el antisemitismo prevaleció sobre el sentido común”, declara el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien lo califica como “partidario de Hamás, enemigo de Israel y antisemita declarado”, y critica con dureza sus “falsas acusaciones de que estamos cometiendo genocidio en Gaza”.
Avigdor Liberman, presidente del partido opositor nacionalista Yisrael Beytenu, lamenta también que “el hombre que apoyó a Hamás, atacó a Israel y culpó a Occidente de todos los males del mundo haya sido elegido alcalde de Nueva York”.
“Apenas tres décadas después del desastre de las Torres Gemelas, Nueva York ha elegido como alcalde a un racista, populista y abiertamente islamista chiita”, añade Liberman. “Mamdani es el símbolo de la yihad silenciosa”, y su elección representa una “llamada de atención para los judíos neoyorquinos que desean emigrar a su hogar ancestral: la Tierra de Israel”.
“La Gran Manzana ha caído”, agrega Liberman en inglés.
El presidente del Comité de Inmigración, Absorción y Asuntos de la Diáspora de la Knéset, Gilad Kariv, del Partido Laborista, expresa su confianza en que el liderazgo judío de Nueva York podrá “afrontar con éxito la nueva realidad tras la elección de Mamdani” y afirma que Israel brindará su apoyo y “ayudará a combatir las manifestaciones de antisemitismo en la ciudad”.
“Junto con la comunidad judía de Norteamérica, seguiremos oponiéndonos a cualquier intento de deslegitimar el derecho del pueblo judío a tener una patria nacional y a la autodeterminación, así como al uso de dobles raseros injustos contra el Estado de Israel”, afirma Kariv, y añade que “los líderes israelíes harían bien en recordar que las elecciones de Nueva York se centraron en las preocupaciones internas del público estadounidense, no en asuntos de política exterior”.
“Israel debe trabajar de forma constante para fortalecer su relación con ambos partidos políticos estadounidenses, incluso frente a desafíos y obstáculos”, concluye.
