La cautiva liberada Elizabeth Tsurkov afirma que fue golpeada, torturada, electrocutada y agredida sexualmente durante los dos años y medio que permaneció secuestrada por el grupo terrorista Kataib Hezbolá en Irak.
En su primera entrevista con The New York Times desde su liberación en septiembre, Tsurkov declara que sus captores “básicamente me usaron como saco de boxeo”.
Tsurkov, ciudadana con doble nacionalidad israelí y rusa que estudiaba en la Universidad de Princeton, asegura: “Creo sinceramente que habría muerto si los funcionarios de la administración Trump no se hubieran involucrado con tanta constancia y determinación para exigir mi liberación”.
Explica que perdió un diente a causa de las palizas y que pasa gran parte de sus días en libertad acostada boca arriba, porque sus lesiones le provocan un dolor intenso al intentar sentarse o ponerse de pie.
