El F-35 supera al Su-57 en furtividad, fusión de sensores y despliegue aliado; registros oficiales y análisis técnicos sustentan diferencias y producción a plena cadencia.
Furtividad y diseño: diferencias verificables entre F-35 y Su-57
El caza Su-57 no iguala al F-35 en furtividad definida por diseño de baja observabilidad. El F-35 es un sistema de quinta generación con armamento interno y aviónica integrada, aceptado para producción a plena cadencia por el Departamento de Defensa de Estados Unidos el 12 de marzo de 2024. El Su-57 presenta una sección eficaz de radar mayor y una producción y un empleo operativos limitados, tal como recogen documentación oficial y análisis técnicos independientes.
En primer término, la diferencia en furtividad se origina en la concepción. El F-35 incorpora desde el diseño superficies y aristas orientadas a reducir ecos, recubrimientos específicos y bodega interna para conservar una firma radar baja en su espectro de uso táctico. La información del Congreso de Estados Unidos describe al F-35 como caza de quinta generación con características furtivas avanzadas, armamento en bodega y superación de fases clave previas a producción a gran escala.
Además, análisis técnicos publicados por el Royal United Services Institute señalan que el Su-57 prioriza la supermaniobrabilidad y, aunque incorpora medidas de reducción de firma, conserva una sección eficaz de radar apreciablemente mayor que la de los cazas occidentales equivalentes. Ese estudio describe la introducción de arreglos de radar en banda L en los bordes de ataque como novedad técnica, pero advierte que la configuración global no alcanza el nivel de furtividad frontal y omnidireccional estadounidense.
Esta diferencia deriva de elecciones de configuración visibles en la célula, en el tratamiento de la parte posterior del fuselaje y en la integración de sensores externos. En el mismo contexto, el programa F-35 fijó una trayectoria de modernización por bloques destinada a mantener la plataforma vigente frente a amenazas futuras sin modificar la base de baja observabilidad, por lo que preserva el objetivo de firma reducida en perfiles operativos de empleo aire-aire y aire-suelo.

Datos clave verificados de producción, pruebas y empleo
- El Departamento de Defensa de Estados Unidos aceptó producción a plena cadencia del F-35 el 12 de marzo de 2024.
- La flota mundial del F-35 superó 990 unidades a marzo de 2024 y rebasó 1.100 aeronaves a 8 de enero de 2025.
- El informe 2023 del director de Pruebas y Evaluación Operacional registró 64 pruebas en entorno de simulación conjunta.
- Reuters informó el 9 de junio de 2024 el primer impacto reconocido contra un Su-57 en Ajtúbinsk, dentro de Rusia.
- El programa Su-57 inició la producción en serie en 2022 y sufrió un siniestro en 2019 durante pruebas de aceptación.
Sensores y fusión de datos: arquitectura integrada multifunción del F-35
En segundo lugar, la comparación de sensores se apoya en capacidades documentadas y probadas del F-35. Su radar AN/APG-81, con antena de barrido electrónico activo, combina funciones aire-aire, aire-superficie, guerra electrónica y medidas de apoyo electrónico. La arquitectura permite cartografía de alta resolución, detección de objetivos en mar y tierra y ejecución de protección y ataque electrónicos de forma integrada. La descripción técnica del fabricante detalla estas prestaciones y su papel central en el conjunto.
A continuación, el F-35 integra un sistema electroóptico de puntería de instalación interna y un sistema de apertura distribuida que proporciona vigilancia infrarroja en 360 grados, alerta de misiles y visión para el piloto sin añadir protuberancias externas que aumenten la firma. La ficha técnica de la Fuerza Aérea de Estados Unidos recoge de forma explícita la combinación, el alcance de detección ampliado y la integración con el resto de la aviónica de la plataforma.

El informe anual del director de Pruebas y Evaluación Operacional del Pentágono correspondiente a 2023 resume la finalización de 64 pruebas en un entorno de simulación conjunta para completar la evaluación operativa e incluye misiones que abarcaron defensa antiaérea, defensa frente a misiles de crucero, supresión y destrucción de defensas antiaéreas, reconocimiento y ataque electrónico. La documentación registra tareas de actualización de software y del paquete de aviónica del Bloque 4 con incidencias de calendario conocidas.
Este ciclo de prueba y certificación sitúa el conjunto de sensores del F-35 en un grado de madurez no refrendado de forma pública en el caso del Su-57. Los registros del programa detallan la continuidad de verificación, la integración de capacidades y la preparación para misiones complejas, mientras que las referencias disponibles sobre el Su-57 se centran en características de radar y en compromisos asociados a su diseño, con menos evidencia de validación operacional comparable.
Despliegue, producción y empleo operativo en contexto aliado internacional
En tercer lugar, el despliegue real presenta una diferencia medible en escala y presencia operativa. El Congreso de Estados Unidos y el fabricante señalan una flota mundial de F-35 que superó 990 unidades a marzo de 2024 y pasó a producción a plena cadencia ese mes, con una base internacional de usuarios en Europa y Asia-Pacífico. Esta magnitud sustenta cadenas de mantenimiento, programas de adiestramiento y estandarización de datos para operación conjunta entre fuerzas aéreas aliadas.
La continuidad de entregas confirmó esa tendencia a comienzos de 2025. Lockheed Martin informó que en 2024 entregó 110 aparatos y que la flota global superaba 1.100 aeronaves, dato que indica un aumento sostenido de capacidad industrial y logística. Este punto resulta relevante porque el tamaño de la base instalada condiciona la disponibilidad de repuestos, la actualización de misiones y la densidad de tripulaciones formadas con procedimientos comunes. Refuerza la operación conjunta aliada.

En contraste, el Su-57 mantiene producción y empleo más restringidos. Reuters documentó el 9 de junio de 2024 el primer impacto reconocido por fuentes ucranianas contra un Su-57 en la base de Ajtúbinsk, dentro de territorio ruso, y situó el evento en el contexto de una flota con producción en serie desde 2022 tras una década con incidencias y un siniestro en 2019 durante pruebas de aceptación. La ubicación, lejos del frente, concuerda con empleo prudente.
El análisis del Royal United Services Institute de 2018, que comparó familias de cazas de nueva generación, señaló esta diferencia: el Su-57 se diseñó como derivación profunda de la familia Flanker con prioridades distintas, mientras que el F-35 incorporó desde el diseño una arquitectura de sensores y enlaces orientada a operar en redes aliadas y a mantener baja observabilidad. Los hechos industriales y operativos consignados en fuentes oficiales confirmaron la brecha en furtividad, sensores y despliegue.
