Un colectivo estudiantil pro-Israel con base en Toronto informó el miércoles que un grupo de manifestantes irrumpió en su actividad con veteranos de las FDI y dejó heridos. La denuncia describió un “asalto” contra asistentes y organizadores, y situó el episodio en un recinto fuera del campus universitario.
Students Supporting Israel en la Universidad Metropolitana de Toronto difundió grabaciones en redes sociales. El material mostró choques entre alumnos que apoyan a Israel y opositores enmascarados. El evento programó intervenciones de exsoldados de las FDI, y la convocatoria tuvo lugar fuera de las instalaciones académicas habituales de la institución anfitriona.
Un manifestante contrario a Israel lanzó una consigna directa: “Nos negamos a permitir que los criminales de guerra entren en nuestra ciudad”. La respuesta de los asistentes proisraelíes se escuchó de inmediato con gritos de “Fuera” y “Llamen al 911”. Las consignas marcaron el tono del enfrentamiento entre ambos bandos reunidos.
Toronto Metropolitan students were attacked today in Toronto, while holding a peaceful event featuring Israeli soldiers, hosted by TMU SSI as part of the national “Combat on Campus” tour.
— StandWithUs Canada (@StandWithUsCA) November 5, 2025
Minutes before the event began, a masked mob forced their way into a private venue,… pic.twitter.com/Ts2tZ1rS38
Otras grabaciones mostraron a los estudiantes favorables a Israel que se atrincheraron detrás de una puerta de vidrio. Apilaron muebles como barrera y bloquearon el acceso. Al otro lado, opositores cubiertos con máscaras se reunieron en número creciente. La tensión aumentó a medida que los grupos se encararon separados por el cerramiento transparente.
Las dos partes se insultaron a través de la puerta y elevaron la presión. El vidrio terminó roto tras nuevos empujones y golpes. Las imágenes no establecieron de forma concluyente cuál de los grupos causó la rotura. La situación derivó en caos y temor entre quienes permanecían en el interior del edificio.
El colectivo pro-Israel difundió además un clip que mostró sangre saliendo de un antebrazo cortado. Una mujer lloró de fondo mientras se escuchaban gritos. La secuencia reforzó la gravedad que denunciaron los organizadores. El contenido circuló con rapidez y multiplicó reacciones de apoyo y rechazo en los entornos universitarios.
“Vidrios rotos. Sangre por todas partes. Todo porque somos judíos, y tratamos de abrir el diálogo”, dijo el grupo en un comunicado. La frase resumió su lectura del episodio. Señaló agresión contra su identidad y contra un espacio que había anunciado intercambio de perspectivas con invitados militares israelíes retirados.
La policía de Toronto informó detenciones múltiples tras la irrupción en un edificio por parte de manifestantes. Indicó una persona herida e informó de una “presencia policial significativa” en la zona. La fuerza describió operativos para restablecer el orden y custodiar a los presentes hasta que la situación quedara estabilizada sin nuevos incidentes.
Desde la universidad, Estudiantes por la Justicia en Palestina difundió un mensaje en Instagram y se atribuyó el choque: “Nuestras universidades se niegan a responsabilizar a los criminales de guerra. Los haremos responsables”. Hillel Ontario respondió que conocía reportes de una “turba antijudía que interrumpió violentamente un evento patrocinado por Students Supporting Israel”.
“Esto se produce después de que la Universidad Metropolitana de Toronto compartiera un llamado a interferir con el evento y alentara a otros a hacerlo”, señaló. “No debería haber espacio para la violencia o la intimidación en nuestro campus o en nuestra ciudad. Hacemos un llamado a la administración de TMU para que tome medidas urgentes e inmediatas para garantizar que los perpetradores del incidente de hoy rindan cuentas”.
Los organizadores añadieron contexto sobre un aumento de incidentes antiisraelíes y antisemitas en Canadá en los dos años transcurridos desde el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel. Recordaron que Israel catalogó a Canadá como “campeón del antisemitismo” y divulgó un informe que responsabilizó a líderes, universidades, medios y redes sociales.
