A los nuevos inmigrantes y a los residentes que regresen se les ofrecerá una tasa impositiva sobre la renta del cero por ciento durante sus dos primeros años si se mudan a Israel en 2026, conforme a una nueva y drástica reforma tributaria presentada hoy
“Esta es una revolución sionista y económica”, declaró el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, en una ceremonia en las oficinas de Nefesh B’Nefesh, una organización que apoya la inmigración a Israel. “Vale la pena ser un nuevo inmigrante”.
De acuerdo con el plan, los inmigrantes y los residentes que regresen y se muden a Israel en 2026 no pagarán impuestos sobre la renta en 2026 ni en 2027. Sus tasas impositivas aumentarán gradualmente hasta un 10 % en 2028, un 20 % en 2029 y un 30 % en 2030.
Estos porcentajes se aplicarán hasta un límite de ingresos anuales de un millón de NIS (aproximadamente 305.000 dólares).
Los residentes que regresen deberán haber permanecido en el extranjero durante al menos diez años consecutivos, lo que implica que los israelíes que abandonaron el país en los últimos años, durante la reforma judicial planificada y la guerra con Hamás, no serán elegibles.
Los nuevos beneficios se sumarán a los incentivos ya existentes para los inmigrantes, entre ellos una exención de diez años de los impuestos sobre la renta extranjera y varios créditos fiscales, según el Ministerio de Finanzas.
