Aston Villa superó 2-0 a Maccabi Tel Aviv en la Liga Europa bajo un operativo estricto en Birmingham, en el centro de Inglaterra, sin ingreso para los aficionados israelíes visitantes. El partido se disputó el jueves y se mantuvieron controles reforzados alrededor y dentro de Villa Park.
Ian Maatsen abrió el marcador para el conjunto local en el descuento del primer tiempo con un cabezazo desde ángulo cerrado. Donyell Malen aseguró el triunfo desde los once metros a falta de media hora, después de una infracción de Elad Madmon sobre Ezri Konsa que el árbitro sancionó con penal.
Más de 700 agentes se movilizaron en Birmingham. Afuera del estadio se concentraron por separado unos 200 manifestantes propalestinos y unas pocas decenas de participantes pro-Israel. Las concentraciones se organizaron antes del pitido inicial y se mantuvieron bajo presencia policial constante para evitar cruces entre grupos.
La policía practicó seis detenciones. Un varón de 21 años quedó arrestado por desobedecer una orden de retirarse la máscara facial, y un menor de 17 años por incumplir una orden de dispersión. Otros tres detenidos enfrentan cargos por desórdenes públicos con agravantes raciales y otro por alteración del orden.
Antes del encuentro, alrededor de 200 personas, entre ellas miembros de la Campaña de Solidaridad con Palestina, se reunieron cerca de un área infantil junto a la tribuna Trinity Road de Villa Park. Se exhibieron banderas palestinas y pancartas de boicot a Israel sobre Trinity Road con cánticos de “Palestina libre” y consignas pro-Gaza.
Unos 40 manifestantes, uno con una bandera israelí y otros con carteles que decían “mantengan el antisemitismo fuera del fútbol”, se congregaron en una cancha de baloncesto cercana a la tribuna Doug Ellis. Escucharon a oradores contrarios a la prohibición y la policía los escoltó antes de las 8:00 p.m. locales.

Cinco vehículos circularon por el perímetro previo al inicio con vallas publicitarias electrónicas que exhibían mensajes contra el antisemitismo. Un texto, junto a una estrella de David, decía “Prohibir el odio, no los fanáticos”, y otro mostraba una cita atribuida a Thierry Henry sobre el fútbol como herramienta de unión.
El clima se tensó por momentos. Agentes formaron un cordón de forma temporal para frenar un avance de manifestantes después de que, según reportes, un transeúnte agitara una bandera israelí. La intervención contuvo el movimiento y restableció la separación entre grupos sin incidentes mayores vinculados a ese episodio puntual.
Villa comunicó el mes pasado la exclusión de público del Maccabi tras una evaluación de riesgo policial. La medida recibió críticas, incluido el primer ministro Keir Starmer, que intentó revertirla. El club israelí anunció luego que rechazaría entradas para sus seguidores por motivos de seguridad y prevención.
Birmingham, la segunda ciudad más poblada del Reino Unido y con una comunidad musulmana amplia, ha albergado marchas frecuentes en apoyo a la causa palestina y en rechazo a Israel durante los últimos dos años. Las autoridades locales han gestionado operativos recurrentes para eventos multitudinarios asociados a ese contexto político.
La policía calificó el choque del jueves como de “alto riesgo” y citó “enfrentamientos violentos y delitos de odio” ocurridos en noviembre pasado en Ámsterdam durante un duelo de Europa League entre Maccabi y Ajax. Ese antecedente influyó en la planificación y en el nivel de recursos asignados al dispositivo de seguridad.
Birmingham extremists plastered the city with posters saying “Give Zionism the Red Card” and “#Zionistsnotwelcome”. All because an Israeli team is coming to play football.
— Heidi Bachram 🎗️ (@HeidiBachram) November 5, 2025
It isn’t your city. It’s a free city in Britain.
Actually, you’re not welcome.
h/t @sirwg202110 pic.twitter.com/CEi1IxLVoS
Fuera de Villa Park se apreciaba una presencia policial numerosa, con efectivos equipados con acolchados protectores y cascos antidisturbios. También se utilizaron unidades montadas. El despliegue se extendió por calles adyacentes, accesos peatonales y puntos de concentración para controlar flujos de asistentes y manifestantes.
“Tenemos experiencia en la vigilancia de partidos de fútbol y manifestaciones de alto perfil, y durante muchas semanas, hemos estado trabajando en estrecha colaboración con diferentes grupos religiosos y comunitarios locales para escuchar sus puntos de vista y preocupaciones”, afirmó la policía de West Midlands sobre la organización operativa.
Cerca del recinto se colgaron carteles con “no se permiten juegos de guerra” y “Dale tarjeta roja al sionismo”. A la vez, canales asociados al activista Tommy Robinson difundieron mensajes islamófobos sobre el encuentro y planearon protestas. Las autoridades monitorizaron esas convocatorias ante el riesgo de incidentes.
Maccabi Tel Aviv rechazó las “falsedades llenas de odio” difundidas sobre sus simpatizantes y defendió la conducta de su base de seguidores. El club insistió en que su prioridad pasaba por la seguridad de los aficionados y por evitar escenarios que agraven tensiones en estadios europeos durante competiciones continentales.
Ayoub Khan, diputado independiente del distrito que incluye Villa Park y electo el año pasado en una papeleta pro-palestina, sostuvo que existe una “gran concentración de musulmanes” en el área. Señaló que vecinos expresaron temores relacionados con episodios de racismo en torno a eventos deportivos de alta visibilidad.
Aston Villa pidió a su público no mostrar símbolos políticos dentro del estadio. Esa práctica contraviene los protocolos de la UEFA, el ente rector del fútbol europeo, que prohíbe expresiones de contenido político en recintos y partidos de sus torneos, incluidos encuentros de la fase de grupos de la Liga Europa.
