Masoud Pezeshkian afirmó el viernes que Irán buscó la paz y rechazó ceder ante presiones para abandonar sus programas nuclear y de misiles, según medios estatales. El presidente subrayó que su gobierno no aceptó imposiciones externas y defendió su derecho a la disuasión tecnológica y militar como condición para la seguridad.
Sus declaraciones siguieron a la afirmación del jueves del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró que Teherán pidió el levantamiento de las sanciones estadounidenses. Ese señalamiento añadió tensión al intercambio político y situó la cuestión de las restricciones económicas como eje de una eventual reanudación del diálogo.
Pezeshkian fijó condiciones para cualquier diálogo y rechazó renuncias unilaterales. “Estamos dispuestos a mantener conversaciones bajo marcos internacionales, pero no si dicen que no se puede tener una ciencia (nuclear), o el derecho a defenderse (con misiles) o de lo contrario los bombardearemos”, dijo Pezeshkian.
El mandatario añadió su objetivo de dignidad y estabilidad. “Queremos vivir en este mundo en paz y seguridad, pero no ser humillados, y no es aceptable que nos impongan lo que quieran y nosotros simplemente les sirvamos”. Luego apuntó a Washington y describió un patrón de presión militar.
““Suministran armas a Israel mientras nos dicen que no tengamos misiles para defendernos, luego nos bombardean cuando quieren”, agregó, en aparente alusión a Estados Unidos, que atacó tres instalaciones nucleares iraníes durante la guerra de 12 días de junio. El domingo prometió reconstruirlas con “mayor fuerza”.”
La guerra comenzó el 13 de junio, cuando Israel atacó el liderazgo militar de Irán y objetivos nucleares y de misiles. Ese episodio coincidió con la preparación de Teherán y Washington para una sexta ronda de conversaciones nucleares que había iniciado en abril y que buscaba avances verificables.
Las conversaciones quedaron suspendidas. Estados Unidos exigió a Irán el cese total del enriquecimiento de uranio y Teherán lo rechazó. Irán negó la búsqueda de armas nucleares, aunque sus líderes juraron destruir a Israel, y acumuló uranio enriquecido por encima del uso civil, a un paso del grado armamentístico.
Las sanciones de la ONU se reimpusieron en septiembre tras la expiración del acuerdo nuclear de 2015. Esas medidas continuaron la “máxima presión” que Trump, tras volver a la Casa Blanca en enero y haber salido del pacto en 2018, restableció contra Irán como eje de su línea.
Trump afirmó el jueves que Irán pidió levantar sus sanciones. “Irán ha estado preguntando si se podrían levantar las sanciones. Irán tiene sanciones estadounidenses muy duras, y eso hace que sea muy difícil para ellos hacer lo que les gustaría poder hacer”, dijo a periodistas en la Casa Blanca.
“Y estoy abierto a escuchar eso, y veremos qué sucede, pero estaría abierto a ello”, agregó. Ese comentario resumió la posición de la Casa Blanca ante la presión económica, sin compromiso formal, y dejó la expectativa de eventuales movimientos en el frente diplomático.
La misión iraní ante la ONU en Nueva York no respondió de inmediato a los comentarios. El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó el lunes que la cooperación con Estados Unidos resultó imposible mientras Washington apoyó a Israel, mantuvo bases militares e interfirió en Medio Oriente.
