Simcha Goldin, padre del soldado caído Hadar Goldin, pronunció un discurso en el funeral de su hijo en el que destacó su carácter y su ejemplo moral. Recordó que Hadar tenía una profunda capacidad para conectarse con las personas. Subrayó que nunca maldecía ni permitía que sus soldados usaran lenguaje soez, porque consideraba esa conducta una muestra de debilidad. En ese sentido, pidió a los presentes que asumieran ese mismo compromiso ético.
Entre lágrimas, instó a los asistentes a conservar viva la imagen alegre de su hijo. “A través de todas nuestras lágrimas, recuerden siempre la sonrisa de Hadar; no tenemos más remedio que continuar su camino. Les pido que actúen como Hadar y ganen un poco más de Hadar”, expresó, utilizando un juego de palabras con el nombre de su hijo, que en hebreo significa “esplendor”.
Goldin recordó también una oración que Hadar recitaba cada día: “Concede a nuestros corazones ver las virtudes de nuestros amigos y no sus defectos”. Invitó a todos a aceptar esas palabras y aplicarlas en su vida personal, como un principio moral que trasciende las circunstancias del combate y del dolor.
En un tono más crítico, señaló que durante los últimos once años “lo abandonamos en el cautiverio del enemigo”. Expresó que la sociedad israelí, en ese tiempo, “se volvió adicta al dinero, al honor y al poder”. Añadió que la familia Goldin percibió en ese abandono un reflejo del deterioro moral nacional y que no lograron despertar la conciencia pública hasta los acontecimientos del 7 de octubre, durante Simjat Torá.
Recordó que Hadar solía afirmar que, para ganar, se necesita comprensión, capacidad y voluntad, y consideró que esas tres cualidades han sido demostradas por los combatientes israelíes en los últimos dos años.
Con voz quebrada, declaró que Hadar había regresado a Israel y que “ya no hay más tumbas vacías en el cementerio de Kfar Saba”. Finalmente, pidió formar el tipo de ejército que, a su juicio, Israel necesita: un ejército que integre a todos los sectores de la sociedad, incluidos judíos, drusos, beduinos, religiosos, seculares y, por supuesto, haredim.
“Estamos detrás de ustedes. Buena suerte para ustedes y para nosotros”, concluyó.
