Leah Goldin toma la palabra en el funeral de su hijo, el soldado caído Hadar Goldin, y expresa su gratitud a todos los que lograron traerlo de vuelta.
“Hadar, te esperamos 11 años, es mucho tiempo”, afirma. “Mucho tiempo”. A continuación, reconoce que no tiene una explicación de cómo la familia pudo sostener la lucha durante tanto tiempo y precisa que, cada vez que el esfuerzo los debilitaba, alguien preguntaba: “¿Pero qué diría Hadar?”.
Aun así, admite que conservó la esperanza de que él apareciera de pronto y dijera: “Todo está bien”.
