El ministro de Defensa, Israel Katz, anuncia que ha decidido clausurar la Radio del Ejército y ordena que las emisiones terminen antes del 1 de marzo de 2026, alegando que existen quejas de que la emisora “perjudica el esfuerzo bélico y la moral”.
Katz asegura que pronto presentará la propuesta al gobierno para su aprobación.
Afirma que formará un equipo profesional dentro del ministerio de Defensa para supervisar el cierre de la emisora, asistir a los empleados civiles en la negociación de acuerdos de despido justos y preservar la emisora hermana civil Galgalatz, dedicada a la música.
Katz calificó la operación de una emisora de carácter civil por parte de los militares como “una anomalía inaudita en cualquier país democrático del mundo” y señaló que la medida es necesaria para proteger el carácter no partidista de las FDI.
“Lo que fue, ya no será”, declara. “La Radio del Ejército fue creada por el gobierno israelí como una emisora militar para servir de voz y oído a los soldados de las FDI y sus familias, no como una plataforma para opiniones, muchas de las cuales atacan a las FDI y a sus soldados”.
“En los últimos años, especialmente durante la guerra, muchos soldados y civiles —incluidas familias de víctimas— se han quejado repetidas veces de que la emisora no los representa e incluso perjudica el esfuerzo bélico y la moral”, añade Katz. “Peor aún, nuestros enemigos interpretan esos mensajes como si provinieran de las propias Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”.
El anuncio marca un punto de inflexión decisivo en una larga controversia en torno a la red de radio administrada por los militares, que durante años ha sido considerada una institución cultural y política en Israel.
En septiembre de 2023, el entonces ministro de Defensa, Yoav Gallant, revirtió los planes anteriores de privatizar o cerrar la estación y prometió reformas, además del nombramiento de un comandante permanente con experiencia militar.
Sin embargo, en marzo de 2025, el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi —en sintonía con las críticas del primer ministro Benjamin Netanyahu— instó a Katz a cerrar la emisora, afirmando que se había apartado de su propósito original de elevar la moral de los soldados y que, en cambio, se había convertido en “un bastión político”.
Los sucesivos gobiernos y jefes de las FDI han debatido si la emisora debe seguir bajo control militar, pasar a supervisión civil o cerrarse definitivamente.
