Israel comunicó a Washington que no se opone a una futura venta de F-35 a Arabia Saudita, pero estableció como requisito la normalización de relaciones entre Jerusalén y Riad, según Axios. Los funcionarios israelíes advirtieron que, sin avances diplomáticos, la operación “sería contraproducente”. La postura coincide con la visita de Mohammed bin Salman a la Casa Blanca, donde se tratarán acuerdos de defensa, la posible compra de cazas F-35 y la normalización con Israel.
El presidente Donald Trump anunció el 14 de noviembre que evalúa autorizar la venta de F-35 a Arabia Saudita. A bordo del Air Force One, señaló que Riad “quiere comprar muchos aviones” y que revisará la propuesta antes de reunirse con el príncipe heredero, encuentro en el que esperan sellar pactos económicos y de defensa. Trump reiteró su deseo de que Arabia Saudita se una “pronto” a los Acuerdos de Abraham, aunque Riad insiste en que no lo hará sin un plan hacia un Estado palestino.
Las fuentes israelíes diferenciaron el caso saudí del de Turquía. Indicaron que Israel rechaza con firmeza la entrega de F-35 a Ankara, pero tendría “menor preocupación” por Arabia Saudita si la venta se integra en la cooperación regional y bajo el marco de los Acuerdos de Abraham, como se exploró con Emiratos Árabes Unidos en 2020. Según los funcionarios, esa estructura incluiría coordinación política y garantías de seguridad de Estados Unidos.
Israel planteó también una condición sobre el despliegue operativo. Un funcionario recordó que “un F-35 tarda minutos en volar de Arabia Saudita a Israel” y por ello Jerusalén exigirá que los aparatos saudíes no se ubiquen en bases del oeste del país. Esta exigencia forma parte de las medidas destinadas a mantener la ventaja militar cualitativa israelí en la región.

El debate se enmarca en la obligación de Washington de preservar la ventaja militar cualitativa de Israel, establecida en la ley estadounidense desde 2008. La normativa define ese principio como la capacidad de Israel para superar amenazas convencionales mediante medios superiores, y obliga a la Casa Blanca a garantizar ante el Congreso que cualquier venta en Oriente Medio no la afecte.
Israel es actualmente el único país de la región que opera F-35. Su fuerza aérea alcanzó 45 aeronaves activas en abril, tras recibir tres nuevas unidades en Nevatim dentro del contrato inicial por 50 aviones. En junio de 2024, el ministerio de Defensa firmó la compra de un tercer escuadrón con 25 aparatos adicionales, financiados por el programa de Asistencia Militar Extranjera, que elevará la flota total a 75 unidades.
El antecedente más próximo de una venta de F-35 en el mundo árabe fue el caso de Emiratos Árabes Unidos, vinculado a su adhesión a los Acuerdos de Abraham en 2020. La transacción, valorada en $23.000 millones, fue revisada en 2021 y suspendida cuando Abu Dabi detuvo las negociaciones por razones técnicas, operativas y de costos. Estados Unidos había expresado reservas sobre seguridad tecnológica y relaciones con proveedores chinos.
El interés saudí por el F-35 se reactivó en 2025. Reuters informó el 4 de noviembre que la solicitud de Riad para adquirir hasta 48 unidades superó una evaluación técnica inicial del Pentágono, sin aprobación definitiva. Si se concreta, Arabia Saudita sería el segundo operador del F-35 en Oriente Medio, después de Israel. El proceso requiere aún la firma presidencial, revisiones de gabinete y la notificación al Congreso, que evalúa factores de derechos humanos y compromisos con la superioridad israelí.

Reuters reveló el 13 de noviembre que un informe del Pentágono advirtió sobre riesgos de transferencia tecnológica a China si el F-35 se incorpora a la flota saudí, según The New York Times. Estas advertencias se suman a las precauciones habituales del programa y a la certificación legal exigida para exportaciones tecnológicamente sensibles.
Las fuentes israelíes subrayaron que cualquier entendimiento con Riad debe derivar en resultados diplomáticos tangibles. Israel prevé presentar exigencias técnicas específicas ante Washington conforme avance el diálogo, en línea con su doctrina de preservar la superioridad tecnológica y su coordinación trilateral con Estados Unidos para operaciones de exportación estratégicas.
La expansión de la flota israelí de quinta generación continúa. El ministerio de Defensa confirmó que el acuerdo por el tercer escuadrón asciende a $3.000 millones, financiados totalmente por la asistencia militar estadounidense. Este refuerzo se suma al pedido de 25 F-15IA firmado en 2024, con entregas previstas para 2031, junto con programas de modernización aérea.
La condición israelí se conoció el 15 de noviembre, cuando Axios reveló que la venta del F-35 debe vincularse al establecimiento de lazos diplomáticos con Arabia Saudita. El mismo día, el Times of Israel difundió la advertencia de un funcionario israelí. La agenda inmediata incluye la reunión de Trump y Mohammed bin Salman en la Casa Blanca, donde ambos gobiernos buscan cerrar acuerdos de defensa. El presidente expresó que “espera” que Riad se adhiera a los Acuerdos de Abraham “en un plazo breve”.
