El primer ministro reafirmó en Jerusalén que Hamás será desarmado y que Israel no aceptará un Estado palestino, mientras la ONU vota una resolución estadounidense.
Netanyahu fija líneas rojas y exige una desmilitarización en Gaza
Netanyahu abrió la reunión semanal del gabinete con un mensaje centrado en la desmilitarización de Gaza y en la negativa a aceptar cualquier referencia a una solución de dos Estados. Dijo que, en el marco del plan de 20 puntos impulsado por Washington u “en cualquier otro caso”, la Franja quedará desmilitarizada y Hamás será desarmado, “por las buenas o por las malas”. Al mismo tiempo, sostuvo que la postura de Israel contra un Estado palestino no ha cambiado “en absoluto”.
En este contexto, Netanyahu enmarcó su mensaje del domingo en dos direcciones: la insistencia en la desmilitarización efectiva de Gaza y la reafirmación de que Israel no aceptará un Estado palestino en el territorio comprendido entre el Jordán y el Mediterráneo. Sus palabras respondieron asimismo a informaciones que apuntaban a que Estados Unidos estudiaba iniciar la reconstrucción en sectores específicos de la Franja antes de culminar el proceso de desarme, extremo que el primer ministro rechazó al asegurar que no habrá “no-desmilitarización” en ninguna parte de Gaza.
En Israel, las menciones a una “vía creíble” hacia la estatalidad generaron reacciones inmediatas entre socios de la coalición gubernamental. Ministros de partidos a la derecha del Likud exigieron mantener una negativa explícita a cualquier fórmula que conduzca a un Estado palestino, al tiempo que el primer ministro reiteró que su posición “no ha cambiado ni un ápice”. Estas posturas se conocen a la par de informaciones que describen contactos diplomáticos para discutir la redacción final del texto antes de la sesión del Consejo.
La sesión del Consejo de Seguridad está prevista para el lunes, con el proyecto estadounidense en el orden del día y con negociaciones aún en curso sobre la redacción final de pasajes clave, entre ellos los que describen el vínculo entre reformas institucionales palestinas, reconstrucción y la perspectiva de una solución política. La misión estadounidense ha señalado que, de aprobarse, el texto respaldará la continuidad del alto el fuego, la puesta en marcha del dispositivo internacional de seguridad y la coordinación multilateral para el abastecimiento humanitario y la rehabilitación de infraestructuras esenciales.

Puntos operativos del plan y mandato de seguridad para Gaza
- Establecimiento de una Fuerza Internacional de Estabilización con mandato de dos años.
- Creación de un órgano transitorio de administración denominado “Consejo de Paz”.
- Autorización para usar “todas las medidas necesarias” en cumplimiento del mandato.
- Desmilitarización y “decomisión permanente” del armamento de grupos no estatales.
- Formación de una policía palestina vetada y entrenada por la fuerza internacional.
Plan de Estados Unidos para Gaza y mandato de la fuerza internacional
La cita de la ONU del lunes tiene como eje un texto promovido por Estados Unidos que busca refrendar el plan de alto el fuego y posguerra en Gaza presentado por Trump, con dos componentes operativos: el establecimiento de una Fuerza Internacional de Estabilización con mandato de dos años y la creación de un órgano transitorio de administración denominado “Consejo de Paz”. El objetivo declarado del mandato es proporcionar seguridad, coordinar la ayuda humanitaria y ejecutar la desmilitarización de los grupos armados no estatales en la Franja, incluyendo la “decomisión permanente” de su armamento. El borrador alude a la cooperación estrecha con Egipto e Israel, así como a la formación y supervisión de una policía palestina vetada y entrenada por esa fuerza.

El lenguaje político del proyecto ha evolucionado durante las consultas. Fuentes diplomáticas y documentos citados por medios especializados explican que los cambios introducidos por Washington enlazan los avances en la reconstrucción y las reformas en la Autoridad Palestina con un “camino creíble” hacia la autodeterminación y el Estado palestino. La formulación, que busca articular un horizonte político condicionado al cumplimiento de hitos administrativos y de seguridad, aparece explicitada en versiones más recientes del texto.
En paralelo, informaciones publicadas en medios estadounidenses y europeos han descrito escenarios de implementación escalonada sobre el terreno. Entre ellos figura la división de Gaza en áreas con distintos niveles de seguridad y reconstrucción, con una “zona verde” sometida a control internacional e israelí donde podrían iniciarse obras de rehabilitación, frente a sectores sin intervención inmediata mientras se resuelve la desmilitarización. Estas descripciones, atribuidas a documentos y a funcionarios consultados, subrayan que el despliegue de fuerzas y el calendario de reconstrucción dependerán del mandato que emita el Consejo de Seguridad y de la participación de países contribuyentes.
El borrador estadounidense, confirmado por agencias de referencia y por funcionarios citados bajo anonimato, detalla que la fuerza internacional estaría autorizada a usar “todas las medidas necesarias” para cumplir su mandato, expresión empleada en resoluciones del Consejo para habilitar el uso de la fuerza. El componente de seguridad incluye la neutralización de infraestructura ofensiva, la prevención de su reconstrucción y la coordinación fronteriza con los países vecinos, a la vez que asegura el acceso humanitario. El mandato se proyecta hasta finales de 2027, con revisiones periódicas y con un esquema de financiación y apoyo técnico de instituciones financieras internacionales.
Negociaciones en el Consejo de Seguridad y posiciones enfrentadas

Las discusiones previas a la votación incorporan reservas de miembros permanentes y no permanentes del Consejo. Informes de prensa señalan que Rusia y China han planteado objeciones a la arquitectura de gobierno transitorio propuesta y al papel del “Consejo de Paz”, mientras que algunos países árabes han pedido mayor claridad en la hoja de ruta política y en el encaje de la Autoridad Palestina. En respuesta, Estados Unidos ajustó lenguaje para reforzar la referencia a la autodeterminación palestina y a un retiro israelí por fases vinculado al despliegue y consolidación de la fuerza internacional.
Los preparativos de la votación incluyeron también la circulación de un texto alternativo de Rusia que, según medios que tuvieron acceso al documento, resalta un apoyo más explícito a la estatalidad palestina y cuestiona la estructura de gobierno transitorio liderada por Washington. En respuesta, la misión estadounidense defendió que el proyecto de resolución “ofrece un camino creíble” y urgió a los miembros del Consejo a respaldarlo, advirtiendo de las consecuencias humanitarias de un rechazo. Paralelamente, diplomáticos informaron que el recuento de apoyos se mantiene abierto y que el resultado dependerá de la posición de varios miembros no permanentes y de la ausencia de vetos.
En el plano práctico, la eventual adopción de la resolución activaría un calendario que contempla la llegada escalonada de la fuerza internacional a puntos críticos de la Franja, la certificación progresiva de áreas “seguras” para el retorno de servicios básicos y la preparación de un dispositivo administrativo palestino con funciones acotadas bajo supervisión externa. Las fuentes consultadas por agencias internacionales sostienen que el Consejo ajustaría los hitos mediante informes periódicos del secretario general y de la jefatura de la misión, y que los aspectos financieros se canalizarían con apoyo de entidades multilaterales.
La discusión sobre plazos y secuencia operativa ha llegado acompañada de reportes que describen, por parte de algunos socios de Washington, dudas sobre el aporte de tropas y sobre la seguridad de sus contingentes ante un proceso de desarme que todavía no cuenta con una aceptación pública por parte de Hamás. En todo caso, la versión estadounidense del proyecto encarga a la fuerza internacional la “demilitarización de los grupos armados no estatales” mediante procedimientos de desarme, desmovilización y decomiso permanente, y remite a arreglos posteriores los detalles de las reglas de enfrentamiento y del mando unificado.
