El representante israelí ante las Naciones Unidas destacó que la iniciativa de paz del presidente estadounidense Donald Trump plantea el desarme total de Hamás. “Así como estamos decididos a traer a todos los rehenes de vuelta a casa, demostraremos la misma determinación para asegurar que Hamás quede desarmado”, declaró el embajador Danny Danon. “No pararemos ni aflojaremos hasta que Hamás deje de representar una amenaza para el Estado de Israel”.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó con trece votos a favor y dos abstenciones la resolución presentada por Estados Unidos en apoyo al plan de Trump para Gaza. El texto incluye la propuesta de veinte puntos y autoriza el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización en la Franja. China y Rusia se abstuvieron en la votación.
El documento sugiere que, tras una reforma en la Autoridad Palestina y la reconstrucción de Gaza bajo supervisión internacional, “las condiciones podrían finalmente estar en su lugar para un camino creíble hacia la autodeterminación y la condición de Estado palestinos”. Washington calificó el resultado de histórico, mientras que Hamás rechazó la resolución por considerar que la fuerza internacional implicaría una tutela sobre el enclave.

El anexo formaliza el plan de veinte puntos anunciado por Trump el 29 de septiembre en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien expresó su respaldo a la iniciativa. Ese día se divulgó el documento completo, que establece los fundamentos políticos y operativos del esquema aprobado por el Consejo de Seguridad.
El plan impone un alto el fuego inmediato si las partes lo aceptan, exige liberar a todos los rehenes en un plazo de setenta y dos horas y prevé un intercambio gradual de terroristas palestinos presos, junto con la retirada escalonada de las fuerzas israelíes conforme avance el despliegue internacional y se active la autoridad provisional de gobierno.
En materia de seguridad, establece la desmilitarización total de Gaza, la eliminación definitiva de túneles y estructuras armadas, el desarme de las milicias y la creación de una fuerza policial palestina reformada y entrenada bajo estándares externos.
El plan excluye a Hamás de cualquier papel gubernamental y ofrece amnistías condicionadas a quienes entreguen sus armas y abandonen la Franja. Además, incorpora un sistema de verificación internacional y reestructura el control fronterizo bajo la supervisión de la fuerza internacional, en coordinación con Egipto e Israel, para impedir el contrabando y asegurar los corredores humanitarios.

Hamás rechazó la resolución 2803 del Consejo de Seguridad, aprobada el 17 de noviembre de 2025, que respalda el “plan para Gaza” de Donald Trump y autoriza el despliegue de una fuerza internacional de estabilización. El grupo afirmó que no entregará sus armas, calificó su “resistencia” como “legítima” y acusó al texto de imponer una “tutela internacional” sobre Gaza.
La resolución obtuvo trece votos favorables y dos abstenciones, de Rusia y China, tras extensas negociaciones. Establece un marco de seguridad y administración temporal ligado al retiro progresivo de las fuerzas israelíes y al desarme de Hamás y otras milicias. El equilibrio entre desmilitarización y repliegue define la aplicación práctica del plan y regula los procesos políticos y de seguridad.
El documento 2803, identificado como SC/16225, dispone la creación de una “Junta de la Paz” y autoriza el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización con un mandato inicial de dos años. Sus funciones incluyen proteger a la población civil, garantizar la asistencia humanitaria, supervisar el alto el fuego y apoyar el proceso de desarme. El Consejo recibirá informes semestrales y la fuerza está facultada para emplear “todas las medidas necesarias” conforme al capítulo VII.
El texto también establece una vía hacia la autodeterminación palestina condicionada a reformas institucionales y al fortalecimiento de una estructura política sin participación de Hamás durante el periodo transitorio. Los detalles operativos y las reglas de enfrentamiento serán definidos por los Estados participantes y la cadena de mando de la misión, bajo la coordinación de la Junta de la Paz, que fijará los objetivos verificables de desarme y retirada.
