Irán confirmó la compra de cazas Su-35 a Rusia sin divulgar cantidades ni plazos, tras dos años de anuncios previos de negociaciones bilaterales.
Compra de Su-35 y estado de la aviación iraní tras décadas de rezago
Irán confirmó en enero de 2025 la compra de cazas Su-35 de fabricación rusa sin precisar cantidades ni fechas de entrega. Ali Shadmani, alto mando del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, difundió el mensaje a través de medios locales y Reuters lo recogió. La confirmación llegó tras dos años de anuncios sobre negociaciones y acuerdos preliminares con Moscú. Las autoridades no presentaron evidencia pública de llegada de aeronaves ni divulgaron términos contractuales específicos.
El programa Su-35 aparece en un contexto de flota envejecida. La Fuerza Aérea de la República Islámica mantiene aparatos de origen estadounidense anteriores a 1979 junto con modelos soviéticos y rusos adquiridos después. Imágenes satelitales divulgadas en junio de 2025 mostraron en bases iraníes aviones F-5 con varias décadas de servicio, un dato que evidencia atraso tecnológico. En 2023, la aviación incorporó entrenadores avanzados Yak-130 de origen ruso para formar pilotos en plataformas más modernas.
La relación técnico‑militar entre Irán y Rusia se aumentó desde 2022. Fuentes occidentales y ucranianas documentaron transferencias de vehículos aéreos no tripulados de diseño iraní para empleo por fuerzas rusas en la guerra de Ucrania, con posteriores señalamientos sobre envíos de misiles balísticos de corto alcance. Reuters informó en febrero de 2024 del envío de 400 misiles Fateh‑110 y Zolfaghar; Teherán rechazó esa versión. En mayo de 2025, funcionarios añadieron preparativos para lanzadores Fath‑360, extremo negado.

Estados Unidos y socios europeos respondieron a esas transferencias y señalamientos con rondas de sanciones. El anuncio iraní sobre el Su‑35 apareció dentro de ese contexto y no incluyó cifras, contratos públicos ni evidencias de llegada de aeronaves. La confirmación se difundió después de dos años de anuncios sobre negociaciones con Moscú. Ese conjunto de elementos enmarcó la decisión y la situó junto a un inventario nacional con aviones antiguos y entrenadores Yak‑130 de incorporación reciente.
Puntos clave de la guerra y de los programas aeronáuticos
- Irán lanzó más de 300 drones, misiles de crucero y balísticos el 13‑14 de abril de 2024.
- Israel efectuó una acción limitada cerca de Isfahán el 19 de abril de 2024.
- El alto el fuego entró en vigor el 24 de junio de 2025 con mediación de Washington y Doha.
- Israel aprobó en julio de 2023 la compra de 25 F‑35 adicionales, para un total de 75.
- La defensa israelí integró Cúpula de Hierro, Honda de David y Flecha en abril de 2024.
Escalada Irán‑Israel en 2024 y 2025, alto el fuego y sanciones de la ONU
En la noche del 13 al 14 de abril de 2024, Irán lanzó más de 300 drones, misiles de crucero y misiles balísticos contra objetivos israelíes. La operación buscó responder al ataque mortal contra instalaciones diplomáticas iraníes en Damasco ocurrido días antes. Las Fuerzas de Defensa de Israel, con apoyo de aliados, interceptaron la mayoría de los vectores. Las autoridades israelíes reportaron daños limitados y una cifra reducida de heridos tras la andanada.
El 19 de abril de 2024, Israel respondió con una acción de alcance limitado. Fuentes de seguridad consultadas por Reuters describieron un ataque calibrado contra un emplazamiento militar en las inmediaciones de Isfahán, sin impactos significativos en instalaciones estratégicas. Ambas partes limitaron la difusión de información. La operación iraní de abril dejó decenas de heridos leves y una menor grave en Israel. Los aeródromos militares israelíes continuaron en funcionamiento tras la andanada.

En junio de 2025, la guerra escaló. Israel ejecutó ataques aéreos contra infraestructuras militares y nucleares en territorio iraní, y Estados Unidos bombardeó después Fordo, Natanz e Isfahán. Irán respondió con salvas de misiles contra objetivos israelíes y contra la base de Al Udeid en Qatar. El 24 de junio entró en vigor un alto el fuego mediado por Washington y Doha. Informes de inteligencia estimaron retrasos de meses en el programa nuclear iraní.
Tras los ataques de abril de 2024, autoridades israelíes y estadounidenses adoptaron medidas económicas y diplomáticas. Washington y Londres anunciaron sanciones contra entidades vinculadas con aeronaves no tripuladas y misiles iraníes, y la Unión Europea acordó reforzar restricciones. En noviembre de 2025, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos añadió a listas redes de abastecimiento de misiles y drones. Teherán pidió al Consejo de Seguridad atribuir responsabilidades por los ataques de junio e incluyó a Israel.
Restricciones internacionales y dudas sobre entregas y cronogramas
El arribo de Su‑35 a Irán quedó sujeto a un marco de restricciones internacionales. El embargo de armas convencionales de la ONU levantó prohibiciones en 2020 conforme a la resolución 2231. Sin embargo, en septiembre de 2025 se restableció el régimen de sanciones del Consejo de Seguridad, impulsado por Francia, Alemania y Reino Unido. El paquete reactivado incluyó embargo de armas y medidas financieras y de viaje, y la Unión Europea reimpuso medidas autónomas.

El estado del programa Su‑35 carece de confirmaciones oficiales detalladas fuera de las declaraciones de enero. Comunicados y notas de prensa iraníes y rusas no aportaron fotografías, números de serie ni cronogramas verificables de entrega. Las autoridades tampoco publicaron calendarios de formación, unidades receptoras o planes de despliegue. La información disponible por vías públicas se limitó a anuncios y reacciones, sin material que permitiera verificar adquisiciones o movimientos de aeronaves hacia territorio iraní.
En octubre de 2025, artículos de medios internacionales difundieron la existencia de documentos filtrados atribuidos a conglomerados de la industria rusa. Esos papeles mencionaron un lote de 48 aviones con entregas entre 2026 y 2028. Ninguna de las partes confirmó ese contenido o presentó aval documental. La información quedó sin corroboración oficial y no modificó la ausencia de anuncios sobre fotografías, números de serie o cronogramas públicos verificables de entrega.
En 2023 y 2024, fuentes abiertas y analistas privados publicaron imágenes de obras de infraestructura en bases iraníes, como hangares amplios, y plantearon preparación para aeronaves de mayores dimensiones. Esas publicaciones no formaron parte de comunicados oficiales y carecieron de verificación independiente. En enero de 2025, la agencia Tasnim informó la entrega al Ejército de 1.000 drones con alcance superior a 2.000 kilómetros y vuelo autónomo para reconocimiento, vigilancia de fronteras y ataque a larga distancia.
