El partido Otzma Yehudit presentó el martes los lineamientos iniciales de su iniciativa para instaurar la pena de muerte a terroristas, difundidos en el grupo de WhatsApp del Comité de Seguridad Nacional.
El borrador indica que la norma se aplicaría únicamente a asesinatos de judíos. La condena se aprobaría por mayoría simple, se ejecutaría por inyección letal y eliminaría la posibilidad de apelación. El Servicio Penitenciario realizaría la ejecución dentro de un periodo máximo de 90 días.
La propuesta obtuvo respaldo de sectores de la coalición y del partido Yisrael Beiteinu.
El texto sostiene que la medida busca ser un elemento disuasorio “que mira hacia el futuro basándose en la experiencia pasada (negativa)”, e insiste en que la ley debe tener efectos reales y no meramente simbólicos.
El proyecto establece que toda persona que asesine a un judío por su identidad, incluso quien planifique o ejecute el ataque, recibiría la pena de muerte de forma automática. No existiría margen judicial, apelaciones, acuerdos de culpabilidad ni indultos, y la ejecución se realizaría en un plazo no superior a 90 días, mediante inyección letal, conforme a las reformas pertinentes.
No obstante, especialistas en derecho anticipan que, en caso de aprobarse sin modificaciones, la ley afrontaría fuertes impugnaciones ante el Tribunal Superior y resultaría difícil de sostener jurídicamente.
