Árabes que realizaban una cosecha de aceitunas aprobada por las FDI esta mañana atacaron a Israel Rappaport, propietario de la finca Nof Avi, adyacente a la ciudad de Migdalim.
Los árabes llegaron al lugar y, poco después, iniciaron un ataque contra Rappaport, que se encontraba allí. Este sufrió una herida leve en el rostro causada por las piedras que le arrojaron. Tras el ataque, el gobernador de Samaria, Yossi Dagan, habló con él y solicitó la detención del agresor.
Rappaport recordó: “Estuve junto con dos jeeps del ejército que llegaron para asegurar la granja. Identifiqué a entre 10 y 20 cosechadores que entraron en los terrenos de la granja, adyacentes a la propiedad, antes de la hora prevista y sin pasar por el puesto de control de seguridad”.
En un momento dado, algunos árabes empezaron a gritar, lanzar amenazas y alterar la paz. Uno de ellos levantó una piedra y, junto con su hermano, inició una agresión contra mi rostro. Necesité un rato para recuperarme; retrocedí un poco y después conseguí alertar a las fuerzas del ejército. En cuanto los atacantes y el agresor advirtieron la aproximación de los soldados, huyeron hacia la carretera, y hasta ahora no han sido capturados.
El gobernador Dagan exigió la detención de los atacantes: “En los últimos años, la época de la cosecha se convirtió en un periodo de provocación e incitación por parte de elementos de extrema izquierda y grupos hostiles tanto de Israel como del extranjero. Exigimos la detención inmediata del atacante y de quienes incitan y participan en estos actos. Resulta inaceptable que un agricultor judío sufra un ataque con piedras durante una cosecha autorizada por las Fuerzas de Defensa de Israel, y lo incluiremos en la agenda política”.
Subrayó que el consejo seguirá al lado de los propietarios agrícolas de toda la zona: “Los residentes de aquí realizan el acto sionista más sencillo: construir, cultivar y desarrollar la tierra. El Estado debe protegerlos. Cualquiera que utilice la cosecha para sembrar el terror debe comprender que enfrentará medidas coercitivas y tolerancia cero frente a la violencia y las provocaciones”.
