El primer ministro del Líbano, Nawaf Salam, responsabilizó a Israel de impedir las conversaciones sobre las disputas fronterizas y de incumplir el alto el fuego, en declaraciones ofrecidas a Bloomberg y publicadas el jueves, señalando que Jerusalén se niega a cooperar en los términos del acuerdo.
La entrevista antecedió el primer aniversario de la tregua entre ambos países, que puso fin a más de un año de combates con el grupo terrorista Hezbolá. Aunque la calma se ha mantenido en general, Israel continúa alegando que Hezbolá intenta rearmarse en el sur libanés, actividad que considera amparada por los términos del pacto.
Salam sostuvo que Israel ha evitado cualquier acercamiento para solucionar el litigio limítrofe que mantiene tropas israelíes en cinco posiciones dentro del territorio libanés, pese a la retirada del resto de sus fuerzas tras la finalización de los enfrentamientos.
“Piden negociaciones y cuando mostramos preparación, no aceptan el punto de encuentro”, expresó Salam, quien añadió que presentará el asunto ante Estados Unidos, país mediador del alto el fuego y garante de su cumplimiento desde el inicio del acuerdo.
Según el primer ministro, los puntos controlados por Israel “no tienen valor militar ni de seguridad” y se usan únicamente “como una herramienta para presionar a los libaneses”. Indicó además su intención de solicitar el apoyo de Washington para impulsar las conversaciones con Jerusalén.

Frente a los señalamientos israelíes sobre la lentitud del despliegue del ejército libanés en el sur, Salam respondió que las limitaciones presupuestarias frenan los avances y afirmó que su gobierno actúa con la mayor rapidez posible ante la falta de medios materiales y humanos.
“Necesitamos reclutar más personas para el ejército, equipar mejor al ejército y poder aumentar los salarios del ejército”, declaró el mandatario, mencionando que gestiona con Francia y Arabia Saudí una conferencia internacional de donantes para reforzar a las Fuerzas Armadas libanesas.
A pesar de las dificultades, aseguró que Beirut sigue “en camino” para completar el despliegue antes de fin de mes y proceder al desarme de Hezbolá en el sur, un requisito del pacto que el grupo terrorista respaldado por Irán ha rechazado abiertamente en repetidas ocasiones.
Las afirmaciones de Salam coinciden con las expresadas por el presidente Joseph Aoun, quien semanas atrás acusó igualmente a Israel de evitar el diálogo y preferir los ataques aéreos contra Hezbolá en lugar de la negociación diplomática.
El miércoles, Israel lanzó una serie de bombardeos sobre posiciones del grupo terrorista iraní, lo que incrementa su campaña destinada a impedir su rearme tras meses de enfrentamientos y denuncias de violaciones del cese de hostilidades.
Hezbolá inició sus ataques contra Israel en octubre de 2023, un día después de la invasión del grupo terrorista Hamás al sur israelí, lo que provocó la guerra en Gaza. En septiembre de 2024, Israel inició una ofensiva mayor que redujo drásticamente la capacidad militar de Hezbolá y eliminó gran parte de su liderazgo, antes del alto el fuego de noviembre.
Durante los recientes ataques, columnas de humo cubrieron la localidad de Teir Debba, en el sur del Líbano, el 6 de noviembre de 2025. El acuerdo de cese de hostilidades estableció la retirada total de Israel y Hezbolá de esa región y su reemplazo por el ejército libanés como única fuerza autorizada.
Hezbolá, debilitado por los combates y sometido a crecientes presiones internacionales y domésticas, enfrenta ahora la exigencia de entregar su arsenal. Ante ello, las Fuerzas Armadas del Líbano han diseñado un plan que busca concretar el desarme total del grupo terrorista en el territorio nacional.
