La Fiscalía del Distrito Sur presentó hoy, jueves 20 de noviembre de 2025, una acusación contra Rafael Reuveni, de 22 años y residente en Beersheba, por presunto espionaje en favor de Irán durante su servicio militar obligatorio. En paralelo, los fiscales solicitaron al Tribunal de Distrito de Beersheba su prisión preventiva hasta el final del proceso.
Según la acusación, un operador de inteligencia iraní contactó a Reuveni a través de la aplicación Telegram y le ofreció ejecutar misiones a cambio de dinero. Reuveni aceptó y, durante varias semanas, mantuvo comunicación y entregas de materiales por ese canal. La Fiscalía sostiene que envió primero una autofoto y los datos de su domicilio como señal de compromiso y, después, una imagen de su identificación militar. Los pagos llegaron a una cartera digital y sumaron aproximadamente 2.700 dólares.
Los documentos presentados describen tareas en Beersheba. Reuveni grabó vídeos en un parque cercano a su vivienda, fotografió una estación de autobuses y un centro comercial de la ciudad, e informó sobre la actividad en esos lugares. Además, el operador le indicó comprar un paquete de cigarrillos en un supermercado y ocultarlo en un parque junto con un billete de 20 shekels y una nota con el texto “Ve a Jordania”. La Fiscalía interpreta estas instrucciones como parte de las misiones encomendadas.
El escrito detalla también un desplazamiento a Rishon Lezion por instrucción del mismo operador. El objetivo era verificar si un arma escondida en un punto predeterminado era real o un juguete. Tras rechazar transferir el arma a otra persona, recibió la orden de reubicarla y, por esa reubicación, habría aceptado un pago de 2.000 shekels.
Según los fiscales, Reuveni remitió al operador una fotografía de su identificación militar e información sobre la base en la que servía, incluidos datos no verificados relativos a personal y procedimientos de emergencia. Asimismo, se le atribuye el compromiso de avisar cuando la base pasara a “modo de guerra”. En otro tramo de la acusación, se indica que recibió instrucciones para recoger una tarjeta SIM en una cafetería de Beersheba y para ocultar un teléfono en una localización acordada; no se concretó la recogida de la tarjeta. Días después, el operador le pidió adquirir peróxido de hidrógeno; esa instrucción no se ejecutó.
La investigación quedó a cargo del Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet) y de la Policía, con la participación de la unidad de delitos contra la seguridad del distrito sur. La detención se produjo en octubre a partir de información de inteligencia recopilada por el Shin Bet.
La acusación formal invoca delitos previstos en el Código Penal israelí: “contacto con un agente extranjero” y “entrega de información al enemigo”, incluidas las variantes relativas a la entrega de información “susceptible de resultar útil al enemigo”. La figura de “contacto con un agente extranjero” está regulada en el artículo 114 del Código Penal y conlleva penas de hasta 15 años; la “entrega de información al enemigo” figura en el artículo 111, con marcos penales de entre 10 y 15 años según la utilidad potencial de la información.
De acuerdo con fuentes judiciales citadas en medios locales, la acusación fue presentada por la fiscal Hila Drimer-Yair, de la Fiscalía del Distrito Sur. El escrito describe la secuencia de contactos, los envíos y las transferencias digitales, así como las tareas físicas realizadas en Beersheba y el desplazamiento a Rishon Lezion. Sobre el total percibido, la Fiscalía fija una suma cercana a 2.700 dólares con transferencias a una cartera digital.
La documentación presentada al tribunal menciona además que el operador pidió a Reuveni proponer nombres de posibles reclutables para la inteligencia iraní. En cuanto a su servicio, diversas informaciones de la prensa hebrea señalan que cumplía funciones en la Fuerza Aérea de Israel; el escrito acusatorio consigna que proporcionó datos sobre su base y que se obligó a comunicar variaciones en el estado de alerta En los últimos meses, la Policía y el Shin Bet informaron de múltiples expedientes por misiones de observación, fotografías y geolocalizaciones a cambio de cantidades bajas. El 16 de julio de 2025, el Gobierno de Israel y el Shin Bet lanzaron la campaña pública “Dinero fácil, coste elevado” para disuadir a la población, con difusión en radio, portales y redes sociales.
Dentro de esas actuaciones recientes figura el expediente de Shimon Azarzar, de 27 años y residente en Kiryat Yam, acusado la semana pasada ante el Tribunal de Distrito de Haifa de transmitir fotografías y coordenadas de emplazamientos sensibles a contactos iraníes durante más de un año. La investigación sostiene que, en ese caso, el acusado usó información obtenida a través del servicio de reserva de su pareja. La nota oficial de la Policía y el Shin Bet y los detalles difundidos por la prensa hebrea mencionan igualmente pagos digitales.
En cuanto a cifras globales, comunicaciones públicas difundidas este año atribuyen al Shin Bet y a la Policía el descubrimiento de varias decenas de intentos de reclutamiento y de causas penales abiertas por colaboración con la inteligencia iraní desde el inicio de la guerra en 2023, con referencias a pagos en carteras digitales y a consignas operativas transmitidas por mensajería. Estas referencias indican que el expediente contra Reuveni forma parte de la tendencia descrita por las autoridades de seguridad.
Reuveni quedó detenido en octubre y, tras la presentación de cargos efectuada hoy en Beersheba, la Fiscalía solicitó su permanencia en prisión preventiva hasta la conclusión del proceso.
