Un grupo de unos quince operativos de Hamás emergió el viernes desde túneles situados en dos zonas distintas del este de Rafah, área del sur de Gaza bajo dominio israelí, según un informe preliminar del ejército, que precisó que los individuos salieron de estructuras subterráneas empleadas por el grupo terrorista.
Ante esa incursión, y con apoyo de tropas terrestres, la Fuerza Aérea israelí atacó y eliminó a seis de los operativos de Hamás que habían salido ese mismo día, según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que difundieron un video en el que se muestran los bombardeos realizados sobre el área donde se desarrolló la acción.
Efectivos de la Brigada Nahal detuvieron a cinco miembros del grupo que se rindieron, informó el ejército, y los trasladaron a territorio israelí para ser interrogados por el servicio de seguridad interna Shin Bet, encargado de obtener información sobre las redes de Hamás en la zona.
Posteriormente, las FDI señalaron que continúan con el registro del área por aire y tierra para ubicar al resto de los hombres armados que abandonaron los túneles. El incidente se sumó a otros episodios violentos ocurridos en la semana pese al alto el fuego acordado en octubre.
Ese acuerdo, de alcance limitado, fue presentado por Estados Unidos e Israel como el primer paso de un plan de paz más amplio que, según señalaron las autoridades, contemplaría el desarme del grupo terrorista Hamás y la desmilitarización completa de la Franja de Gaza.

Desde la entrada en vigor de la tregua, las fuerzas israelíes han sufrido ataques reiterados y han respondido con bombardeos dirigidos a objetivos de Hamás; en ocasiones, esas acciones han eliminado a altos mandos implicados en la retención de rehenes israelíes, de acuerdo con fuentes militares.
Tres soldados israelíes murieron desde el inicio del alto el fuego. El ministerio de salud de Gaza, bajo control de Hamás, afirma que 312 palestinos han perdido la vida por fuego israelí durante ese mismo periodo, aunque Israel no ha confirmado esas cifras.
Se calcula que decenas de miembros de Hamás permanecen ocultos en túneles de la zona de Rafah, en el lado israelí de la denominada “Línea Amarilla”, establecida en el acuerdo de alto el fuego de octubre como límite entre áreas bajo control israelí y gazatí.
Estados Unidos ha instado a Israel a permitir el regreso seguro de esos combatientes a las zonas controladas por Hamás dentro de Gaza; sin embargo, el gobierno de Jerusalén no ha concedido su aprobación, de acuerdo con fuentes diplomáticas conocedoras del proceso.
Mientras tanto, las FDI informaron de un “esfuerzo concentrado” en Rafah para “destruir las rutas subterráneas restantes en la zona y eliminar a los terroristas que residen en ellas”, y confirmaron la continuidad de las operaciones en el sur del enclave.

La semana anterior, las fuerzas israelíes comunicaron haber abatido a tres o cuatro operativos de Hamás que también emergieron de túneles situados en esa misma región, en un patrón de enfrentamientos que ha persistido desde el comienzo de la tregua.
Según la emisora pública Kan, el gabinete de seguridad votó el jueves por la noche la creación de un equipo ministerial encargado de supervisar la implementación de la segunda etapa del acuerdo de alto el fuego acordado en octubre.
El grupo estará integrado por el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar; el de Justicia, Yariv Levin; el de Finanzas, Bezalel Smotrich; y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, según precisó el reporte divulgado tras la reunión del gabinete.
Smotrich y Ben Gvir, ambos líderes de partidos dentro de la coalición, votaron en contra del acuerdo y expresaron su desacuerdo con la continuidad del proceso. La segunda fase está prevista para comenzar una vez se liberen todos los rehenes.
Hamás aún retiene los cuerpos de tres rehenes muertos. No existe un calendario definido para las etapas siguientes, aunque la administración Trump trabaja en la creación de una fuerza de seguridad internacional con tropas árabes y musulmanas que supervise la tregua.
Médicos Sin Fronteras reportó que niños fueron atendidos por heridas de bala. La organización informó el viernes que su personal médico en Gaza trató esta semana a mujeres y menores con lesiones provocadas por ataques aéreos y disparos del ejército israelí.

Desde el miércoles, equipos del norte y sur de Gaza atendieron a mujeres y niños con fracturas abiertas y heridas de bala en extremidades y cráneos. Ese día, Israel realizó una ola de bombardeos tras un ataque contra sus tropas y repitió ataques el jueves.
MSF indicó que los tratamientos se efectuaron en hospitales y clínicas de las ciudades de Gaza y Rafah. Una enfermera citada por la organización relató que una niña de nueve años recibió atención por una herida facial causada por fuego de un dron israelí.
La agencia de la ONU para la infancia informó el viernes que al menos 67 menores —definidos como personas de menos de 18 años— murieron en incidentes relacionados con la guerra desde la entrada en vigor del alto el fuego.
UNICEF reportó el jueves que una niña y sus padres murieron en un ataque aéreo en el este de Jan Yunis, al sur de Gaza, y que el miércoles otros siete niños murieron en bombardeos en la ciudad de Gaza y zonas meridionales del enclave.
Las FDI no respondieron de inmediato a las consultas de Reuters. Israel sostiene que nunca ataca a civiles y que todas sus operaciones se desarrollan conforme al derecho internacional y a las normas que rigen los conflictos armados.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió el viernes que, aunque aumentó la entrada de suministros desde el alto el fuego, la ayuda sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la crisis humanitaria, y las lluvias invernales pueden deteriorar los alimentos entregados.
“Las cosas están mejor que antes del alto el fuego, pero nos queda mucho camino por recorrer. El apoyo sostenido es un esfuerzo importante para ayudar a las familias a reconstruir su salud, su nutrición y sus vidas”, declaró Martin Penner, portavoz del PMA.
El organismo señaló que cientos de miles de personas aún necesitan asistencia alimentaria urgente. En agosto, un informe global estimó que medio millón de gazatíes sufrían hambruna, aunque expertos consideran que las cifras estaban sobrestimadas.
Esta semana, fuertes lluvias arrastraron y dañaron reservas de alimentos que los residentes habían almacenado, indicó la portavoz del PMA, Abeer Etefa, quien subrayó los retos que enfrentan las familias de Gaza con la llegada del invierno y la escasez.
Aunque los mercados locales comienzan a recuperarse, los precios de los alimentos se mantienen altos. Un pollo alcanza los 25 dólares, cifra inasequible para muchos palestinos que perdieron sus ingresos durante la guerra y dependen de la ayuda alimentaria.
