La modernización de los bombarderos estratégicos en Asia y Estados Unidos avanza en paralelo. El Departamento de Defensa de Estados Unidos situó al B-21 Raider en producción inicial a baja cadencia tras el inicio de sus pruebas en vuelo, y la Fuerza Aérea incorporó el 11 de septiembre de 2025 un segundo avión de ensayos a la campaña en Edwards. Al mismo tiempo, el informe anual del Pentágono sobre las capacidades militares de la República Popular China describe que la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación desarrolla el H-20, un bombardero de baja observabilidad con capacidad nuclear y convencional, alcance superior a 10.000 kilómetros y posible presentación pública en la próxima década.
El B-21 se presentó el 2 de diciembre de 2022 en Palmdale (California) y realizó su primer vuelo el 10 de noviembre de 2023, con traslado a Edwards para iniciar evaluación operativa y de sistemas. La Fuerza Aérea encuadró la campaña de ensayos en el Centro de Pruebas Aéreas y en el 412.º Ala de Pruebas, estructura responsable de la certificación de la aeronave antes de su incorporación a unidades operativas. Estas fechas marcan el paso del programa desde la verificación en tierra a un régimen de vuelos regulares.
Tras los primeros vuelos, el subsecretario de Defensa para Adquisiciones autorizó en otoño de 2023 el inicio de la producción inicial a baja cadencia del B-21. El 25 de enero de 2024, Northrop Grumman comunicó previsión de pérdidas en los primeros lotes, sin difusión del número de aeronaves por lote. Esta transición a fabricación en serie limitada abre la fase de producción repetitiva con control de costes y validación industrial sobre aparatos de pruebas, en línea con la doctrina de adquisiciones del Pentágono para programas estratégicos.

El 11 de septiembre de 2025, el Departamento de la Fuerza Aérea informó de la llegada a Edwards de un segundo B-21 de pruebas con el propósito de aumentar el ritmo y el alcance de la evaluación y de acelerar el adiestramiento de personal de mantenimiento y apoyo. La incorporación de un segundo avión permite verificaciones de subsistemas, tareas de mantenimiento y vuelos instrumentados en paralelo, y establece base para los procesos de sostenimiento que deberán asumir las futuras alas operativas.
La ficha técnica oficial de la Fuerza Aérea define al B-21 como bombardero de baja observabilidad y doble capacidad —convencional y nuclear— concebido para operar en entornos de amenazas de alta exigencia. El diseño incluye arquitectura abierta para facilitar la integración de mejoras y reducir riesgos durante la incorporación de equipos y programas, y se integra en un conjunto de sistemas para el ataque de largo alcance que abarca funciones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento, guerra electrónica y comunicaciones. La Fuerza Aérea fija un inventario mínimo de 100 aeronaves y detalla un coste medio de adquisición por unidad calculado en distintos años base, con el fin de trazar la senda presupuestaria del programa.
En materia de despliegue, el servicio concluyó la selección de bases principales: Ellsworth (Dakota del Sur) como primera unidad operativa y de instrucción, y, en segundo y tercer lugar, Whiteman (Misuri) y Dyess (Texas). Estas decisiones se inscriben en el esquema de transición de la flota, que prevé mantener B-1 y B-2 mientras el B-21 alcanza disponibilidad y configurar a medio plazo una fuerza compuesta por B-21 y B-52 modernizados.

La documentación de referencia del Congreso sobre la flota de bombarderos de Estados Unidos recoge el objetivo de adquirir al menos 100 B-21, con incorporación inicial a mediados de la presente década y con la misión de formar, junto al B-52 actualizado, la base de la disuasión y del ataque de largo alcance. Este marco define la relación entre cadencias de producción, retirada escalonada de plataformas previas y cargas de trabajo de mantenimiento y modernización.
En paralelo, la modernización de la aviación de largo alcance de China se estructura en dos líneas. Por un lado, la consolidación de la familia H-6. El informe anual del Departamento de Defensa de 2024 indica que la versión H-6N, optimizada para ataques de largo alcance, dispone de reabastecimiento en vuelo y constituye el componente aéreo de una tríada nuclear incipiente; el documento recoge además observaciones de 2020 de un H-6N con un misil balístico lanzado desde el aire. Por otro lado, el H-6K aparece como plataforma modernizada para misiles de crucero de ataque a tierra y antibuque, con empleo de armas de largo alcance desde dentro del territorio continental chino.
El H-20 figura en el mismo informe como programa en desarrollo de bombardero estratégico de baja observabilidad con misión nuclear y convencional. El Pentágono describe un alcance superior a 10.000 kilómetros y prevé una posible presentación pública en la próxima década, con la advertencia de que el desarrollo de un bombardero de esta clase requiere plazos superiores a diez años. Este punto se relaciona con la evolución de la aviación de transporte y reabastecimiento de China, en particular con el uso del Y-20U para extender el radio de acción de cazas y bombarderos, lo que amplía la cobertura operativa en el Pacífico occidental.
El contraste entre ambos programas se apoya en hitos verificables. En Estados Unidos, el B-21 ya se encuentra en vuelo, sometido a campaña formal de ensayos y en fase de fabricación a baja cadencia. La cronología pública incluye la presentación del 2 de diciembre de 2022, el primer vuelo del 10 de noviembre de 2023, la autorización de fabricación inicial en otoño de 2023 comunicada en enero de 2024 y la llegada de un segundo aparato de pruebas a Edwards el 11 de septiembre de 2025. En China, fuentes oficiales estadounidenses sitúan al H-20 como desarrollo en curso con baja observabilidad, doble capacidad convencional y nuclear y alcance intercontinental, sin fecha de entrada en servicio ni presentación pública antes de 2025.

La doctrina estadounidense para el B-21 incorpora su integración en un conjunto de sistemas y su capacidad para emplear municiones de lanzamiento a distancia y de ataque directo. La arquitectura abierta y la definición como plataforma diseñada para penetrar defensas buscan mantener utilidad operativa frente a defensas antiaéreas multicapa y entornos de interferencia electrónica. Estas características constan en documentación oficial del programa y guardan relación con la continuidad de la base industrial en Palmdale y con la estructura de pruebas y sostenimiento en Edwards y Tinker.
En la planificación de bases, la Fuerza Aérea vinculó la llegada del B-21 a la preparación de infraestructuras, a los estudios de impacto ambiental y a la secuencia de formación de tripulaciones y personal de mantenimiento. Ellsworth asumirá el papel de primera unidad, mientras Whiteman y Dyess completan el triángulo de asentamiento, con implicaciones logísticas y de adiestramiento para la transición desde B-1 y B-2. Este reparto geográfico permite mantener la continuidad operativa durante la coexistencia de plataformas y favorece la acumulación de experiencia técnica antes de la retirada de aeronaves de generaciones previas.

En el plano cuantitativo, la meta de al menos 100 B-21 establece una referencia de escala para la sustitución paulatina de la flota, mientras la permanencia del B-52 modernizado preserva capacidad de carga, persistencia y diversidad de armamento. La documentación presupuestaria asociada al B-21 incluye el coste medio de adquisición por unidad con distintos años base, herramienta de gestión que el Departamento de Defensa emplea para vigilar desviaciones durante la transición desde aparatos de pruebas a unidades de producción.
El informe anual del Pentágono sobre China presenta un panorama de la aviación de largo alcance del EPL: dimensiona la flota de combate, detalla la transición hacia aeronaves de cuarta generación avanzada y quinta generación en caza y describe el papel del H-6K/H-6N en la ampliación del alcance con misiles de crucero y balísticos. En ese contexto, sitúa al H-20 como desarrollo de nueva generación destinado a cubrir objetivos regionales y globales con baja observabilidad, misión dual y alcance intercontinental, apoyado por reabastecimiento en vuelo.
En términos de cronograma público, el B-21 dispone de hitos verificables desde la presentación y el primer vuelo hasta la ampliación de la campaña de ensayos con un segundo aparato en Edwards el 11 de septiembre de 2025.
