Estados Unidos inicia una nueva fase de operaciones en Venezuela para combatir el tráfico de drogas y presionar al régimen de Maduro, quien rechaza intentos de destitución.
Estados Unidos intensifica presión sobre Maduro por tráfico de drogas
Estados Unidos se prepara para iniciar una nueva fase de operaciones relacionadas con Venezuela en los próximos días, según cuatro funcionarios estadounidenses. En paralelo, la administración de Donald Trump intensifica la presión sobre el gobierno del presidente Nicolás Maduro con el objetivo de combatir el tráfico de drogas que, de acuerdo con Washington, ha causado muertes en territorio estadounidense. Maduro gobierna desde 2013 y sostiene que Trump busca destituirlo; afirma además que la ciudadanía venezolana y las fuerzas armadas rechazarán cualquier intento de ese tipo.
El Departamento de Defensa remitió las consultas a la Casa Blanca y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) declinó comentar. Un alto funcionario señaló que el presidente Trump dispone de todos los instrumentos del poder estadounidense para impedir la entrada de drogas al país y llevar a los responsables ante la justicia; no descartó medidas respecto de Venezuela. Dos de los funcionarios indicaron que las operaciones encubiertas constituirían la primera fase de la acción contra Maduro.
Las opciones evaluadas incluyen intentos de derrocarlo. Trump autorizó a la CIA planes de medidas encubiertas dentro de Venezuela que podrían crear condiciones para acciones adicionales, entre ellas sabotaje, operaciones cibernéticas y operaciones psicológicas o de información. No existe definición sobre el momento preciso ni el alcance de estas operaciones, ni consta que Trump haya tomado una decisión final. De forma simultánea, Trump aprobó una nueva ronda de negociaciones por canales reservados con el gobierno de Maduro.

En ese marco, el presidente venezolano ofreció dimitir tras un periodo de algunos años; la Casa Blanca rechazó la propuesta. Maduro expresó disposición a sostener conversaciones directas con representantes de la administración Trump, horas después de que Trump afirmara que no descartaba el despliegue de fuerzas terrestres en Venezuela. En un discurso televisado, Maduro dijo que una intervención militar estadounidense pondría fin a la carrera política de Trump y acusó a personas cercanas al presidente de promover una guerra para perjudicarlo.
Aspectos clave de las negociaciones y acusaciones mutuas
- Maduro reiteró la posición de su gobierno a favor de la vía diplomática y afirmó estar dispuesto a dialogar con cualquier interlocutor en Estados Unidos.
- Dos funcionarios estadounidenses confirmaron contactos entre Caracas y Washington; no hay certeza sobre si esas conversaciones modificarán el cronograma o la magnitud de las operaciones.
- Trump se reunió dos veces en la Sala de Situación de la Casa Blanca para tratar el caso venezolano y revisar opciones con sus principales asesores.
- Ric Grenell, enviado especial de Trump, dirigió diálogos con el gobierno de Maduro a inicios de 2025; la Casa Blanca dio por terminadas esas conversaciones el mes pasado y, en paralelo, acumuló activos militares.
- Maduro rechazó las acusaciones estadounidenses sobre su liderazgo de un cártel de drogas y acusó a Washington de promover una guerra para controlar las reservas petroleras de Venezuela.
Designación del Cártel de los Soles como organización terrorista
Estados Unidos planea designar al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera a partir del 24 de noviembre de 2025, tras notificar al Congreso el 16 de noviembre sin objeciones hasta la fecha. La administración Trump acusa a Maduro de dirigir ese grupo, compuesto por funcionarios corruptos del gobierno venezolano vinculados al comercio de drogas; Maduro niega esa imputación. La designación autoriza sanciones adicionales, impide la entrada de sus miembros a Estados Unidos y prohíbe a personas estadounidenses proporcionar apoyo material, aunque no autoriza de forma explícita el uso de fuerza letal.
Trump afirmó que la designación le otorga autoridad para realizar ataques dentro de Venezuela. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, indicó que la medida amplía las opciones militares y no excluye ninguna. La semana pasada, Hegseth añadió que la designación abre nuevas opciones para Estados Unidos. Con esta decisión, Maduro quedaría registrado en la misma categoría que Al Qaeda y los hutíes islamistas. En agosto, Estados Unidos duplicó a $50 millones la recompensa por información que conduzca a su arresto.

El despliegue militar estadounidense en el Caribe ha aumentado durante meses. Trump también autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela. El portaaviones más grande de Estados Unidos, el USS Gerald R. Ford, llegó al Caribe el 16 de noviembre con su grupo de ataque, acompañado por al menos siete buques de guerra adicionales, un submarino de propulsión nuclear y aviones F-35. La operación, denominada Southern Spear, incluye alrededor de 15.000 militares estadounidenses, tanto en buques de guerra como en bases en Puerto Rico.
Desde principios de septiembre, las fuerzas estadounidenses realizaron al menos 21 ataques contra embarcaciones en el mar Caribe y en el océano Pacífico oriental, con un saldo de al menos 83 muertos, a quienes funcionarios estadounidenses califican como narcoterroristas. Hegseth planteó la posibilidad de extender los ataques contra cárteles de drogas a territorio continental. El 21 de noviembre, las fuerzas estadounidenses ejecutaron su mayor actividad de presencia militar cerca de Venezuela hasta la fecha; el dispositivo incluyó al menos seis aeronaves durante varias horas frente a la costa, entre ellas un caza supersónico F/A-18E, un bombardero estratégico B-52 y aeronaves de reconocimiento.
Actividades militares y respuestas de Venezuela ante tensiones
Ocho F/A-18E/F Super Hornets de escuadrones del Ala Aérea de Portaaviones Ocho embarcados en el USS Gerald R. Ford participaron junto con un B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea y un RC-135 Rivet Joint con capacidades de inteligencia de señales; las aeronaves volaron circuitos en forma de pista cerca de la frontera oriental de Venezuela. El Comando Sur de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos describió el ejercicio como una demostración de ataque con bombarderos destinada a disuadir el tráfico ilícito.
Las misiones de entrenamiento militar de Estados Unidos cerca de Venezuela comenzaron a mediados de octubre e incluyeron B-52 y bombarderos pesados supersónicos B-1; se desarrollaron en el aire y en el mar, y se concentraron al norte de Caracas y de Isla Margarita, donde fuerzas venezolanas practicaron operaciones anfibias el mes pasado. Estas misiones se han aproximado de manera progresiva a la costa venezolana. A inicios de noviembre, Trump recibió informes reiterados sobre opciones para atacar instalaciones militares y gubernamentales venezolanas de forma directa.

Planificadores militares elaboraron listados de instalaciones presuntamente vinculadas al tráfico de drogas susceptibles de ser atacadas y prepararon planes para ataques contra unidades militares próximas a Maduro. Trump no ha autorizado el ingreso de fuerzas de combate terrestres en Venezuela ni ha definido el curso general de acción. No obstante, se negó a descartar el uso de fuerza militar estadounidense o el despliegue de tropas. El despliegue actual comprende buques de guerra, F-35, la 22.ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina y aeronaves de inteligencia.
Hegseth declaró que el objetivo de la Operación Southern Spear es eliminar a los narcoterroristas del hemisferio occidental. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió el 21 de noviembre una notificación en la que advierte sobre peligros potenciales para aeronaves que operen en el espacio aéreo venezolano, debido al deterioro de la seguridad y al aumento de la actividad militar en o alrededor de Venezuela.
Advertencias aéreas y preparativos de defensa en Venezuela
La advertencia insta a extremar la precaución en todas las altitudes, incluidas las fases de sobrevuelo, llegada, salida y operaciones en tierra en aeropuertos. La Administración Federal de Aviación reportó un incremento de interferencias en el sistema global de navegación por satélite sobre el espacio aéreo venezolano desde septiembre, con efectos persistentes durante los vuelos; ese fenómeno se registra en el contexto de actividades asociadas al aumento de la preparación militar de Venezuela.
Desde septiembre, Venezuela ejecutó múltiples ejercicios militares y ordenó la movilización masiva de miles de efectivos militares y de reserva; el gobierno no ha expresado intención de atacar la aviación civil. Los vuelos directos de pasajeros o de carga operados por aerolíneas estadounidenses hacia Venezuela permanecen suspendidos desde 2019; algunas aerolíneas estadounidenses sobrevuelan el país en rutas hacia otros destinos de América del Sur. American Airlines dejó de sobrevolar Venezuela en octubre.

Los operadores deben notificar con 72 horas de antelación a la Administración Federal de Aviación antes de atravesar el espacio aéreo venezolano. El 22 de noviembre, tres aerolíneas internacionales cancelaron vuelos con salida desde Venezuela. El gobierno de Maduro evalúa alternativas, entre ellas planes de resistencia prolongada que prevén el empleo de pequeñas unidades militares en más de 280 ubicaciones para ejecutar tácticas de sabotaje y otras acciones, según fuentes y documentos de planificación de años anteriores.
Las fuerzas armadas venezolanas presentan debilitamiento por falta de entrenamiento, salarios bajos y equipo deteriorado; esa situación llevó a algunos comandantes de unidad a negociar con productores locales de alimentos para obtener suministros. La oposición venezolana, encabezada por María Corina Machado —que permanece en la clandestinidad para evitar el arresto—, calificó al gobierno de Maduro como una estructura criminal y llamó a la unidad para deponerlo.
Oposición venezolana y mensajes directos entre líderes
Machado difundió en redes sociales un manifiesto de libertad que expone una visión posterior a Maduro en la que prevalecen los derechos naturales y en la que Maduro y sus aliados enfrentarían responsabilidad por crímenes contra la humanidad, incluido el maltrato de prisioneros políticos. La oposición afirma estar preparada para una transición democrática ordenada tras la elección de Edmundo González con el 67 por ciento de los votos en 2024.
En apariciones recientes, Maduro dirigió mensajes en inglés al público estadounidense. También pidió a Trump mantener conversaciones cara a cara en inglés y cantó “Imagine” de John Lennon durante un mitin. Trump afirmó que Maduro ha causado daño a Estados Unidos mediante el tráfico de drogas y la liberación de prisioneros. La mayoría de los inmigrantes venezolanos en Estados Unidos —alrededor de 770.000 personas— salió del país por la crisis económica y por el autoritarismo.

Venezuela obtiene ingresos del comercio de drogas; sin embargo, las rutas principales hacia Estados Unidos pasan por México. En la administración anterior, representantes de Qatar facilitaron conversaciones entre Estados Unidos y el gobierno de Maduro; en la actualidad no se les ha solicitado retomar ese papel. Trump ha declarado que hablaría con Maduro en un futuro próximo y que tiene un mensaje específico para él; no hay avances públicos hacia una desescalada.
