El número de muertos por las inundaciones en grandes franjas del sudeste asiático ha llegado a al menos 183, y las autoridades de la región trabajan para rescatar a los ciudadanos varados, restablecer la energía y las comunicaciones y coordinar los esfuerzos de recuperación mientras las aguas empezaban a retroceder.
Grandes zonas de Indonesia, Malasia y Tailandia han sido azotadas por lluvias torrenciales provocadas por ciclones durante una semana, y una rara tormenta tropical empieza a formarse en el estrecho de Malaca.
Otras 46 personas murieron a causa de un ciclón en la nación insular de Sri Lanka, en el sur de Asia, según las autoridades.
En Sumatra, Indonesia, gravemente afectada, se ha confirmado la muerte de 94 personas, según datos de tres autoridades provinciales.
En la región de Padang Pariaman, en Sumatra, donde murieron 22 personas, los residentes enfrentan niveles de agua de al menos un metro de altura y aún no reciben asistencia del personal de búsqueda y rescate.
“Nos quedamos sin suministros y alimentos”, dice Muhammad Rais, un residente de 40 años que ayer tuvo que mudarse al segundo piso de su casa para escapar del rápido aumento de las aguas.
Las comunicaciones siguen interrumpidas en algunas partes de la isla y las autoridades trabajan para restablecer el suministro eléctrico y limpiar las carreteras bloqueadas por los escombros del deslizamiento de tierra, afirma Abdul Muhari, portavoz de la agencia nacional de mitigación de desastres de Indonesia.
Indonesia continuará el envío de ayuda aérea y personal de rescate a las zonas afectadas el viernes, añadió.
