El enviado estadounidense Tom Barrack alertó al primer ministro iraquí de que Israel podría atacar posiciones de milicias en Irak si estas intentan asistir al grupo terrorista libanés Hezbolá. La advertencia ocurrió durante una reunión en Bagdad con Mohammed Shia al-Sudani, según reportes oficiales difundidos el domingo.
Barrack, embajador de Estados Unidos en Turquía y representante especial para Siria, dialogó con Sudani en la capital iraquí. La oficina del primer ministro informó que ambos coincidieron en la necesidad de “prevenir cualquier escalada adicional en la región” y que Barrack destacó el “papel constructivo y esencial” que Irak desempeña para ese propósito común.
La cadena saudí Al-Hadath reveló el lunes que Barrack advirtió a Irak sobre un “duro ataque israelí” si las milicias chiíes intentan respaldar a Hezbolá. De acuerdo con fuentes citadas por el canal, el diplomático comunicó a Bagdad que las operaciones israelíes en Líbano “continuarán hasta que Hezbolá sea desarmado”.
El medio The New Arab, citando a su versión árabe, afirmó que Barrack urgió a Sudani a impedir que los grupos armados iraquíes proporcionen ayuda financiera o militar a Hezbolá. Según una fuente local, la visita del enviado buscó transmitir la postura de la administración Trump sobre la situación en Siria y Líbano.
“Los estadounidenses no quieren que Irak interfiera en los asuntos de Siria o Líbano, específicamente en las facciones armadas aliadas con Irán”, aseguró la fuente iraquí al citado portal, resumiendo el mensaje que Washington intenta reforzar ante el nuevo contexto regional y las tensiones crecientes.
Sudani, reelecto el mes pasado en los comicios nacionales, enfrenta el reto de estabilizar un país dividido en una zona convulsionada. Las últimas jornadas han intensificado los choques entre Israel, Siria y Líbano, con las FDI aumentando sus ataques a objetivos de Hezbolá, incluido el asesinato del jefe del Estado Mayor del grupo en un bombardeo sobre Beirut.
En territorio sirio, tropas israelíes sostuvieron el viernes un enfrentamiento con hombres armados en el sur del país durante una operación de captura. Israel explicó que actuó en respuesta a información de inteligencia que advertía sobre atentados inminentes contra sus fuerzas.
Durante los últimos dos años, Israel evitó atacar fuerzas en Irak pese a las agresiones con drones desde ese país. La decisión se atribuye a la fuerte presencia militar estadounidense en territorio iraquí, que actúa como elemento disuasivo frente a una confrontación directa.
Irak intenta sostener un equilibrio entre Irán y Estados Unidos en un momento en que Oriente Medio atraviesa transformaciones profundas. Las alianzas cambian, los equilibrios de poder se modifican y Bagdad busca preservar su estabilidad sin romper con ninguno de sus socios estratégicos.
Aunque la influencia iraní se ha reducido, Teherán procura mantener su presencia en Irak mediante grupos armados leales y el flujo de productos hacia un mercado clave para su economía. Washington, en cambio, presiona a Bagdad para debilitar a las milicias proiraníes y limitar el alcance político de Irán dentro del país.
El presidente Donald Trump reiteró su intención de lograr una desescalada regional, promoviendo un alto el fuego en Gaza y negociaciones con Damasco. También exige a Beirut el desarme inmediato de Hezbolá para consolidar la frágil tregua. Trump advirtió a Israel el lunes que no “interfiera en la evolución de Siria hacia un estado próspero”.
