La UE y Egipto ajustan planes para capacitar agentes palestinos destinados a operar en Gaza, bajo el esquema de 20 puntos promovido por Donald Trump.
Plan estadounidense y resolución de la ONU trazan la nueva policía
La Unión Europea y Egipto ultiman planes para expandir la capacitación de agentes palestinos destinados a operar en Gaza, como parte del esquema de 20 puntos impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump. Dos diplomáticos y un funcionario extranjero con conocimiento directo de las conversaciones lo confirmaron. Entre los informantes hubo un diplomático árabe y otro europeo, quienes describieron conversaciones activas entre El Cairo y Bruselas para ajustar la formación y los objetivos iniciales.
Los informantes señalaron que la fuerza policial contemplada por el proyecto estadounidense continúa como un objetivo más teórico que real. Su tamaño, su cadena de mando, su estructura, sus zonas de actuación y sus tareas específicas siguen bajo evaluación. Ninguno de esos elementos cuenta con una definición concreta, y las capitales involucradas mantienen conversaciones para precisar alcances operativos sin anunciar decisiones finales de composición ni de despliegue territorial en la Franja de Gaza.
Tras la aprobación del plan de Trump mediante una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, El Cairo y Bruselas concentran esfuerzos en reforzar la formación de oficiales palestinos para su posterior despliegue. La resolución autoriza una Fuerza Internacional de Estabilización temporal que asegurará la frontera, la desmilitarización, la protección civil y la asistencia humanitaria, en coordinación con “la fuerza policial palestina recién entrenada y verificada” mencionada en el texto adoptado por el organismo.
Antes de la guerra, entre 5.000 y 10.000 agentes dependientes de Hamás patrullaban la Franja, bajo el control del grupo desde 2007. Con el plan estadounidense, ese dominio daría paso a una fuerza palestina que asumiría la seguridad diaria de los dos millones de habitantes del enclave costero, con énfasis en tareas policiales y de orden público frente a las necesidades humanitarias y a la reconstrucción posterior a la guerra en Gaza.
Datos clave del adiestramiento y la coordinación internacional
- La resolución del Consejo de Seguridad autoriza una Fuerza Internacional de Estabilización temporal con mandato de frontera, desmilitarización, protección civil y ayuda humanitaria.
- Egipto informó que completó listas de futuros policías; la Autoridad Palestina nominó 5.500 candidatos y fijó la meta de 10.000 agentes capacitados.
- La UE evaluó que su misión de apoyo policial podría liderar la formación y Francia ofreció 100 instructores.
- El bloque planea entrenar hasta 3.000 agentes bajo un modelo similar a EUPOL COPPS, con financiación del presupuesto común y sueldos a cargo de la Autoridad Palestina.
Egipto y la UE buscan liderar la formación y preparación operativa
Aunque persisten incógnitas sobre el alcance y las competencias de la nueva policía, Egipto y la Unión Europea buscan asumir el liderazgo de su formación y de su preparación operativa. Ambos actores ven en ese cuerpo un mecanismo para influir en la configuración futura de Gaza y en la estrategia de reconstrucción posterior al conflicto, con foco en el restablecimiento del orden y en transición que reduzca la presencia de estructuras bajo el control de Hamás.
El Cairo y Bruselas, que participaron junto con Jordania en programas previos de instrucción, pretenden incorporar nuevos grupos de reclutas, en su mayoría gazatíes y antiguos agentes que aún figuran en las nóminas de la Autoridad Palestina, según fuentes oficiales. Estas fuentes recalcaron la exclusión de personal vinculado con Hamás, aunque un informe mencionó la posibilidad de mantener algunos en tareas de vigilancia. “Queremos desplegar gazatíes que tengan familiaridad con la sociedad”, afirmó el diplomático árabe.
Egipto inició la formación, confirmó la misma fuente. En agosto, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, informó tras reunirse con el primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, que El Cairo y Ammán trabajaban en la preparación del personal de seguridad palestino para evitar un vacío tras la guerra. Añadió que las listas de los futuros policías habían sido completadas, con vistas a acelerar la capacitación previa al despliegue en Gaza.
Después del alto el fuego de octubre, Mustafa declaró a Reuters que la Autoridad Palestina nominó a 5.500 candidatos para recibir formación en Egipto, con la meta de alcanzar 10.000 agentes capacitados. La idea de entrenar esas fuerzas bajo auspicio estadounidense se remonta a marzo de 2024. Jordania tenía un programa conjunto con la Autoridad Palestina y el Coordinador de Seguridad de Estados Unidos, aunque sin infraestructura suficiente para más de 3.000 participantes.
Washington respaldó la propuesta egipcia de ampliar la formación en su academia policial, y delegaciones del Coordinador de Seguridad de Estados Unidos viajaron a Egipto para coordinar, según un diplomático. Un funcionario palestino dijo a la AFP que más de 500 oficiales completaron instrucción en marzo en El Cairo, y que desde septiembre se reanudaron cursos bimensuales. Christophe Bigot viajará para discutir la implicación europea; Kaja Kallas celebró el compromiso francés de enviar 100 instructores.
Cifras previstas, exclusiones y verificación de aspirantes palestinos
El diplomático europeo confirmó que el bloque planea entrenar hasta 3.000 policías bajo un modelo similar al de la misión EUPOL COPPS en Judea y Samaria. El financiamiento procederá del presupuesto común de política exterior, mientras que los salarios quedarán a cargo de la Autoridad Palestina, sustentada mayoritariamente por Europa. La planificación prevé estándares compatibles con programas previos y mecanismos de supervisión para acreditar perfiles, con controles de antecedentes y de idoneidad política antes del despliegue.
La Unión Europea pretende, como parte de la implementación del plan Trump, integrar sus dos misiones civiles, EUPOL COPPS y EUBAM Rafah, con una posible ampliación de atribuciones. Ninguna fuente pudo precisar cuántos agentes ya completaron la formación ni cuántos candidatos siguen disponibles para nuevas cohortes. El diseño institucional, por tanto, permanece abierto y sujeto a ajustes según la disponibilidad de aspirantes y las necesidades operativas en el terreno actual.
El diplomático árabe explicó que la mayoría de los formados por Egipto procederán de Gaza y una minoría de Judea y Samaria con vínculos familiares en la Franja. Según la AFP, Hamás y Fatah pactaron, bajo mediación egipcia, que 5.000 agentes serían instruidos por El Cairo y otros 5.000 pertenecerían a la policía existente de Hamás, un punto con capacidad de generar objeciones israelíes, según el reporte citado por fuentes.
Sin embargo, el diplomático árabe dijo no tener constancia de ese acuerdo, mientras el europeo aseguró que la misión de la Unión Europea solo formará a aspirantes verificados sin nexos con Hamás. Israel, que atacó de forma sistemática a agentes de policía de Hamás durante la guerra, los considera parte de su aparato militar, lo que añade exigencias de revisión y filtrado a cualquier proceso de reclutamiento y de certificación previa al despliegue.
Tropas internacionales, despliegue y relación con fuerzas locales
La nueva fuerza actuará junto a las ISF, según el diplomático árabe. Se espera la llegada de tropas internacionales a comienzos de 2026, aunque no existe una fecha oficial. La división de tareas entre ambas estructuras permanece sin definición, pero la policía se encargará de la población civil palestina, sobre todo en zonas desalojadas por las FDI, con atención a la seguridad cotidiana y a la gestión de servicios esenciales en los distritos más afectados.
“Los países que deciden contribuir a las FSI no quieren estar en contacto directo con la población palestina”, explicó el diplomático árabe. “Quieren que la policía palestina esté en contacto directo con la población palestina”. Según The Washington Post, varios Estados dudan en enviar tropas por temor a choques con gazatíes. El diplomático agregó que Israel no objetó la composición de la policía y se mostró “muy satisfecho” con el borrador inicial del Consejo de Seguridad.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu no respondió a consultas sobre la propuesta. Tampoco se prevé una oposición fuerte de Hamás, que aceptó la creación del comité tecnócrata para coordinar la seguridad bajo el plan estadounidense. Egipto y la Unión Europea consideran que la policía servirá de vínculo directo con los gazatíes y de instrumento para orientar la reconstrucción. Bruselas ve una oportunidad para influir en el diseño futuro de la seguridad de Gaza.
Otro funcionario extranjero coincidió en que la fuerza podría convertirse en semillero del liderazgo futuro de Gaza, y señaló que algunos miembros podrían formar el próximo liderazgo, incluso al futuro jefe de inteligencia. El diplomático árabe agregó que el cuerpo policial facilitaría una transición ordenada y ofrecería una estructura de seguridad distinta de Hamás. “La mejor manera de acabar con el control de Hamás sobre Gaza es presentar una alternativa”, afirmó.
Disputas internas, milicias locales y dudas sobre viabilidad del plan
Un informe egipcio calculó que se preparan 9.000 agentes: 3.000 ya formados por Egipto, 3.000 más en Jordania y otros 3.000 a cargo de la Unión Europea. Egipto planea añadir entre 2.000 y 3.000 oficiales adicionales. Los organizadores confían en reclutar a veteranos de la Autoridad Palestina en Gaza, muchos aptos para funciones administrativas o de mando, con experiencia previa en estructuras civiles de seguridad dentro del enclave costero palestino.
Se estima que unos 7.000 policías de la Autoridad Palestina permanecen en nómina dentro del enclave desde 2007. El analista israelí Michael Milshtein, del Centro Dayan, advirtió que pocos mantienen condiciones físicas adecuadas tras dos décadas de inactividad. “Hasta 2007, eran miles”, dijo. “Pero hoy, si hablamos de personas con forma física básica, una edad razonable y motivación, hay muchas menos”, para reincorporarse como policías o personal de seguridad en Gaza.
El diplomático europeo indicó que la mayoría de los 3.000 agentes propuestos serán gazatíes y recibirán formación en Egipto, aunque aún falta definir el lugar exacto. Israel y Estados Unidos supervisarán las evaluaciones para excluir cualquier vínculo con Hamás, de acuerdo con el marco acordado. No existe todavía un calendario de despliegue, y las autoridades mantienen reservas sobre tiempos, fases y unidades responsables del proceso de incorporación progresiva en Gaza.
Hamás intenta reafirmar su control mediante ejecuciones de disidentes y la gestión del orden público y de la ayuda humanitaria. Pequeñas milicias locales, algunas colaboradoras de Israel, también disputan su autoridad en zonas todavía ocupadas por las FDI. Un reporte sugirió la integración de esos grupos en la fuerza policial. Hussam al-Astal dijo a Kan que recibió mensajes sobre su posible inclusión y la de la organización Abu Shabab de Rafah.
Milicias locales, desmentidos y escepticismo sobre su integración
El diplomático árabe no confirmó esa versión sobre la integración de milicias y aseguró que Egipto no entrena a milicianos. Fuentes israelíes y estadounidenses evitaron comentar los contactos mencionados por Hussam al-Astal y por la emisora Kan. Las aclaraciones buscaron despejar dudas sobre la participación de grupos armados locales en el proyecto policial, frente a presiones para excluir a perfiles con antecedentes opacos y para sostener un proceso de selección sujeto a verificación internacional.
Milshtein alertó que estos grupos resultan pequeños y, en muchos casos, exhiben antecedentes criminales o vínculos con ISIS. “Si los llevas a todos juntos en un día muy, muy bueno, se trata de unos cientos de personas. Quizá, quizá unos pocos miles como mucho”, afirmó. Para el analista, esas cifras confirman un peso limitado y refuerzan exigencias de selección estricta antes de cualquier incorporación a unidades con responsabilidades de orden público en Gaza.
Denunció además que integrar milicias resultaría contraproducente. “No importa si reciben dinero de los Emiratos, de Egipto, de los americanos o armas de nosotros. Estas personas son, fundamentalmente, miembros de pandillas. Decir que pueden presentarse como una alternativa a Hamás es una completa exageración”, concluyó. El cuestionamiento apuntó a impedir que organizaciones con perfiles irregulares sustituyan funciones policiales y a mantener el proyecto dentro de parámetros civiles verificables en Gaza.
Milshtein expresó dudas más amplias: “Si llegamos a una situación casi utópica en la que Hamás pierda su influencia en Gaza, y ciertamente si se desarma o colapsa militar o políticamente, entonces podríamos hablar de una realidad en la que actores locales empezarían a ganar poder poco a poco. Pero no estamos allí”. El análisis subrayó limitaciones presentes y condicionó cualquier avance a cambios profundos en la correlación de fuerzas.
