La Fiscalía del Estado presentó una acusación ante el Tribunal de Distrito de Be’er Sheva contra Rafael Reuveni, de 22 años, residente local, por mantener contacto durante semanas con un agente iraní que le pagó por realizar diversas tareas mientras prestaba servicio en las FDI, informó Kan News.
El documento judicial señala que un agente iraní se comunicó con Reuveni a través de Telegram y le propuso ejecutar varias misiones a cambio de dinero, oferta que él aceptó. Desde entonces, ambos mantuvieron intercambios en los que el acusado cumplió las instrucciones, registró las actividades y envió las pruebas mediante esa misma aplicación.
Según la acusación, Reuveni grabó vídeos en un parque cercano a su vivienda, filmó una parada de autobús, tomó imágenes dentro de un centro comercial y entregó datos sobre lo observado. En una ocasión, recibió la orden de comprar cigarrillos en un supermercado de Be’er Sheva, esconderlos con un billete de 20 shekels y una nota que decía “Vete a Jordania”.
Otro encargo consistió en viajar a Rishon LeZion para verificar si un arma había sido oculta en un punto determinado —presuntamente por otro agente— y confirmar si era auténtica o falsa. Tras negarse a entregarla a un tercero, se le instruyó moverla a otro sitio a cambio de 2.000 shekels. También debía esconder un teléfono móvil en una ubicación fijada por su contacto.
El agente le solicitó además que identificara a personas que pudieran ser reclutadas por la inteligencia iraní. En otra misión, debía recoger una tarjeta SIM en un café de Be’er Sheva, sin éxito. Dos días después, recibió el encargo de comprar peróxido de hidrógeno, que no completó.
La investigación establece que Reuveni obtuvo alrededor de 2.700 dólares en total, enviados por el agente a través de una cartera digital.
