Un AH-1Z Viper del Cuerpo de Marines de EE. UU. disparó un misil AIM-9 Sidewinder hacia un blanco simulado durante un ejercicio marítimo realizado el 25 de noviembre en el mar Caribe. El evento sostuvo la Operación Southern Spear, centrada en desarticular supuestas redes vinculadas al tráfico de drogas.
Un informe del Mando Sur de EE. UU. del 3 de diciembre de 2025 señaló que un AH-1Z Viper de la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines lanzó un AIM-9 Sidewinder en un ejercicio controlado durante su despliegue en el Caribe a finales de noviembre. Las autoridades definieron la acción como parte prevista de la Operación Lanza del Sur.
Este ejercicio con fuego real ilustró un cambio relevante en el modo en que el Cuerpo de Marines emplea sus aeronaves de ala rotatoria dentro de la nueva postura estadounidense contra el narcotráfico. El AH-1Z mantiene tareas típicas de apoyo cercano y misiones antiblindaje, y su uso de misiles aire-aire mostró una adaptación frente a amenazas marítimas móviles.
El Bell AH-1Z Viper, identificado también como “Zulu Cobra”, figura como el helicóptero de ataque más avanzado del arsenal del Cuerpo de Marines. Su diseño responde a exigencias expedicionarias y permite operaciones embarcadas, con rotores compuestos de cuatro palas, cabinas digitales integradas y un sistema modular de armas que incluye el Sidewinder.
El misil AIM-9 Sidewinder actúa aquí como un proyectil infrarrojo de corto alcance destinado sobre todo a combates aire-aire. Su origen en aviones de ala fija y su incorporación al AH-1Z revelan una evolución operativa que habilita enfrentamientos contra drones hostiles, aeronaves bajas o plataformas rápidas no convencionales.

Para la 22ª MEU, embarcada en un grupo anfibio de la Marina de EE. UU., el AH-1Z aporta vigilancia y fuego en interdicción marítima y combate litoral. Su empleo en la Operación Southern Spear evidenció el papel ampliado de la unidad ante desafíos de seguridad de zona gris que combinan disuasión y reacción inmediata.
Los responsables del Mando Sur no divulgaron cifras de intercepciones ni incautaciones ligadas a la campaña; sin embargo, el uso de aeronaves avanzadas como el AH-1Z Viper reflejó inquietud ante la mayor sofisticación de organizaciones criminales transnacionales que operan en el corredor caribeño, ahora sujeto a controles militares más estrictos.
Fuentes del Pentágono indicaron que la integración de medios aéreos de la MEU en el marco del Mando Sur forma parte de un esfuerzo para ampliar el respaldo del Departamento de Defensa a interdicciones coordinadas con Seguridad Nacional y la DEA. La presencia del AH-1Z añadió respuesta cinética veloz y dominio aéreo creíble sobre rutas manejadas por cárteles.
La 22ª MEU, con base en Camp Lejeune, Carolina del Norte, opera actualmente con un componente aéreo completo que incluye UH-1Y Venom y MV-22B Osprey. Su apoyo a la Operación Southern Spear consolidó una cooperación creciente entre fuerzas expedicionarias del Cuerpo de Marines y operaciones conjuntas en áreas antes dominadas por la Guardia Costera y elementos policiales.
