Un tribunal de Manhattan impuso el viernes una pena de dos años de prisión a un hombre por un ataque antisemita cometido en 2021, considerado un grave delito de odio que afectó a la comunidad judía.
Salem Seleiman, de 30 años, fue el último de los seis hombres declarados culpables por agredir a Joey Borgen, un judío golpeado durante una protesta antiisraelí en Times Square.
Seleiman admitió su culpabilidad ante el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York por agresión en segundo y tercer grado, ambas calificadas como delitos de odio.
“Salem Seleiman participó en el repugnante y motivado por el sesgo de agresión a un hombre judío que asistía pacíficamente a una manifestación”, declaró el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg. “La víctima fue atacada por su religión y no hizo nada que justificara violencia física”.
El hecho ocurrió durante la guerra de 2021 entre Israel y los grupos terroristas de Gaza. Seleiman y sus compañeros salían de una protesta antiisraelí, mientras Borgen, de 29 años, participaba en una concentración proisraelí.
Los agresores identificaron a Borgen como judío por su kipá, lo persiguieron por la calle, lo derribaron y lo golpearon repetidas veces en el rostro.
Mientras la víctima yacía en el suelo, fue pateada, rociada con gas pimienta y objeto de insultos antisemitas como “judío sucio”, “judío sucio” y “que se joda Israel”.
La fiscalía indicó que Seleiman pateó la cara de Borgen mientras estaba tendido y que pidió a los testigos que se retiraran. Los acusados habrían coordinado su ataque con antelación y planificado cómo ocultar sus identidades, según la oficina de Bragg.
Un miembro de la comunidad judía que asistió a la audiencia relató que Seleiman no compareció en la sesión matutina del jueves y llegó horas después. Borgen, residente en Israel desde comienzos de año, habló por videoconferencia sobre el dolor persistente tras la agresión.
El acusado ofreció una disculpa breve antes de ser esposado y conducido a prisión para cumplir su condena.
Los otros cinco participantes ya se habían declarado culpables y recibieron sus sentencias; tres de ellos cumplen prisión desde el año pasado.
Seleiman evitó la justicia inicialmente al huir a Florida, donde fue localizado y extraditado a Nueva York, tras lo cual se presentó la acusación formal el año pasado.
El video de la agresión generó indignación en la comunidad judía y obtuvo amplia repercusión nacional.
El proceso judicial posterior suscitó críticas de activistas judíos que acusaron a la fiscalía de ser demasiado benévola con algunos implicados. Dichas críticas se atenuaron tras nuevas condenas por ataques antisemitas.
Los judíos siguen siendo el grupo más afectado por crímenes de odio en Nueva York, aunque las condenas por este tipo de delitos son escasas, ya que la fiscalía debe probar que el sesgo fue el motivo principal del ataque, un estándar legal elevado.
