Tras dos días de reuniones en Miami, delegaciones afirmaron que el avance depende de una desescalada rusa, acordaron marco de seguridad y seguirán el sábado.
Miami concentra la segunda jornada y el foco en seguridad y alto el fuego
Estados Unidos y Ucrania afirmaron el viernes 5 de diciembre de 2025 que el progreso real hacia cualquier acuerdo de paz depende de la disposición de Rusia para asumir un compromiso serio con la paz a largo plazo, con pasos de desescalada y un fin de las matanzas. Según el Departamento de Estado, ambas partes confirmaron la continuación de las discusiones el sábado en Florida y señalaron un acuerdo sobre un marco de seguridad junto con requisitos de disuasión adecuados para sostener una paz duradera.
Las conversaciones reúnen al enviado especial estadounidense Steve Witkoff y a Jared Kushner con el principal negociador ucraniano, Rustem Umerov. Las delegaciones celebraron una nueva ronda el viernes en el sur de Florida y pactaron otra cita para el sábado, con el fin de avanzar en el trabajo técnico vinculado al esquema de seguridad y a los elementos de un cese de hostilidades verificable por ambas partes en el terreno.
El encuentro del viernes se realizó en el Shell Bay Club, en Hallandale Beach, un complejo privado vinculado a la firma inmobiliaria de Witkoff, de acuerdo con la información divulgada por la prensa que cubre las reuniones. Las sesiones tuvieron lugar en el entorno de Miami por segunda jornada consecutiva, en continuidad con el primer tramo celebrado a inicios de semana y con la misma configuración de participantes.
El resumen oficial señaló, además de medidas inmediatas para rebajar la violencia, una agenda de prosperidad futura que abarca la reconstrucción posbélica de Ucrania, iniciativas económicas conjuntas entre Estados Unidos y Ucrania y proyectos de recuperación a largo plazo. Ese componente económico avanzará en paralelo al diseño de garantías de seguridad y de los medios de disuasión que deben respaldarlas para sostener condiciones favorables a una paz estable y duradera.
Claves del comunicado y de la agenda acordada en Miami
- Equipos de Estados Unidos y Ucrania acordaron un marco de seguridad común.
- Continuación de trabajos técnicos anunciada para el sábado 6 de diciembre.
- Énfasis en capacidades de disuasión para sostener estabilidad tras un alto el fuego.
- Revisión de una agenda de prosperidad futura con reconstrucción y proyectos bilaterales.
- Exigencia de señales verificables de desescalada por parte de Rusia.
Interlocución con Moscú y ajustes de la negociación en el sur de Florida
La secuencia en Florida siguió a la reunión del martes 2 de diciembre en el Kremlin entre Witkoff y Kushner con el presidente ruso, Vladímir Putin, un encuentro de varias horas tras el cual Moscú comunicó que ciertas propuestas resultaban inaceptables. Los enviados estadounidenses transmitieron esa información a la parte ucraniana y la incorporaron a los trabajos desarrollados en Miami para ajustar criterios y priorizar aspectos de seguridad y verificación.
El secretario de Estado, Marco Rubio, encabezó la coordinación política de la interlocución estadounidense y se reunió previamente con la delegación ucraniana en Florida el domingo 30 de noviembre. En ese tramo preliminar, Rubio calificó las conversaciones de productivas y explicó que el propósito consistía en definir una senda que garantice la soberanía y la independencia de Ucrania frente a las posiciones expresadas por Rusia.
Por parte de Ucrania, Rustem Umerov actuó como jefe negociador y condujo las conversaciones en Florida. En la sesión del domingo, la representación de Kiev confirmó el carácter productivo de esas discusiones y expresó su intención de continuar el proceso con la contraparte estadounidense para consolidar un entendimiento que proteja a la población y fortalezca la estabilidad en el terreno.
Al cerrar la segunda jornada de trabajo en Miami, ambas delegaciones reiteraron que cualquier avance sustantivo exige señales verificables de desescalada por parte de Rusia y un compromiso explícito con la paz a largo plazo. Ese planteamiento implica que el capítulo de seguridad —garantías, verificación y medios disuasorios— debe acompañarse de medidas sobre el terreno que reduzcan la violencia y salvaguarden a la población civil.
Reconstrucción, continuidad del diálogo y contexto logístico en Miami
Dentro del mismo paquete, Washington y Kiev examinaron necesidades de reconstrucción y de recuperación económica, con énfasis en proyectos de largo plazo y en la cooperación bilateral para restablecer servicios, infraestructuras y actividades productivas. El componente económico se integró como una vía paralela al dispositivo de seguridad, con la finalidad de crear condiciones que permitan una vuelta gradual a la normalidad en las zonas más afectadas por la guerra.
Las fuentes oficiales situaron las sesiones del fin de semana en el mismo entorno de Miami y precisaron que los equipos continuarían el sábado 6 de diciembre con el trabajo técnico y político derivado de los acuerdos del viernes. El Departamento de Estado enmarcó la continuidad del diálogo en la necesidad de consolidar el esquema de seguridad y de mantener la coordinación estrecha entre Washington y Kiev.
En la cronología de contactos recientes, los encuentros en Florida aparecieron precedidos por otro ciclo de conversaciones realizado a finales de noviembre en el mismo estado. Tras ese tramo, las partes reportaron progreso y confirmaron la presencia de Witkoff y de Kushner con la condición de enviados presidenciales. En ese contexto, el Gobierno de Estados Unidos señaló que aún quedaba trabajo antes de alcanzar un entendimiento integral.
La descripción de las reuniones en Miami incluyó la presencia y el rol de los mismos interlocutores que participaron en la visita al Kremlin. De esa instancia surgió la necesidad de informar a la parte ucraniana sobre los puntos planteados por Rusia y sobre los elementos que Moscú consideró aceptables o inaceptables. Tras ese intercambio, Kiev manifestó el interés de conocer los detalles para ajustar su participación en las rondas en Estados Unidos.
Sede de las reuniones, valoraciones rusas y agenda inmediata en Florida
Los organizadores ubicaron los trabajos del domingo 30 de noviembre en Hallandale Beach, dentro de las instalaciones del Shell Bay Club, y mantuvieron la misma zona para la continuidad del proceso. La elección del emplazamiento respondió a la disponibilidad de un entorno cerrado de seguridad y a la proximidad con Miami, que concentró la logística de las delegaciones y de los equipos de apoyo durante cada fase del diálogo.
En paralelo a las rondas en Florida, el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov valoró en público el papel de Jared Kushner en la tramitación de los contactos, mientras el presidente Vladímir Putin calificó de necesarias y útiles las conversaciones celebradas en el Kremlin, aunque insistió en que existen puntos de la propuesta estadounidense que no aceptará. Los medios que siguen el proceso diplomático recogieron esas manifestaciones.
El viernes, medios de referencia señalaron que Witkoff y Umerov volvieron a reunirse en Florida y que el intercambio se centraría en el seguimiento de los asuntos tratados en Moscú y en los componentes de seguridad, con discusión sobre garantías y disuasión. La continuidad para el sábado quedó confirmada por ambas partes al cierre de la jornada.
En sus comunicaciones públicas, Washington y Kiev indicaron que el diseño de garantías de seguridad para el periodo posbélico constituye un eje de la negociación en curso, junto con la preparación de líneas de reconstrucción y de cooperación económica. La referencia a un tercer día de reuniones en Miami llegó después de dos jornadas consecutivas en Florida y del intercambio con Putin en Moscú; las delegaciones prevén reanudar el diálogo el sábado 6 de diciembre en el mismo entorno.
