En una reunión con embajadores israelíes en Jerusalén, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó: “Tienes que ser fuerte. Tienes que ser muy fuerte”. Añadió que “con los fuertes, se hacen pactos. Con los fuertes, se hace la paz”.
Netanyahu sostuvo que “Israel es más fuerte que nunca” y lo describió como “una superpotencia – ciertamente regional, en varios ámbitos, es una potencia mundial”. Argumentó que tras los atentados del 7 de octubre de 2023, el país se consolidó militar y económicamente, lo que incrementó su influencia diplomática.
El primer ministro relató que tras el ataque tomó decisiones cruciales: declarar la guerra, convocar a los reservistas y analizar un posible ataque a Hezbolá en el Líbano. Explicó que decidió no hacerlo porque Hamás y Hezbolá “estaban en la cima de su poder” en ese momento.
En medio de un debate interno sobre el reclutamiento de soldados haredíes, Netanyahu evitó abordar directamente el tema, pero aseguró que ”tenemos un ejército muy, muy grande en comparación con nuestra población“.
Detalló que en los primeros días de la guerra resolvió atacar primero a Hamás, luego a Hezbolá, más tarde a los demás proxies iraníes y finalmente a Irán. Aclaró a los diplomáticos cómo Israel ha conducido sus operaciones contra esos enemigos, incluido Hassan Nasrallah.
Respecto al nuevo gobierno que reemplazó a Bashar al-Assad en Siria, Netanyahu afirmó que ”Esperamos mucho poder llegar a un acuerdo de desarme en el suroeste de Siria y también cuidar de nuestros hermanos drusos“, y aseguró que Israel ”mantendrá la posición elevada» en el país vecino.
