Un equipo estadounidense de operaciones especiales abordó en noviembre un buque que navegaba por el océano Índico con destino a Irán después de zarpar de China y confiscó una carga que funcionarios de Estados Unidos describieron como artículos “relacionados con el ámbito militar”, según publicó este viernes 12 de diciembre de 2025 The Wall Street Journal (WSJ), con base en fuentes oficiales estadounidenses. La intervención tuvo lugar a varios cientos de millas de la costa de Sri Lanka y, después de la incautación, las fuerzas estadounidenses autorizaron que el barco continuara su travesía.
Según ese relato, la carga incluía componentes que, de acuerdo con un funcionario citado por el periódico, podían resultar útiles para programas de armamento convencional de Irán. Ese mismo funcionario afirmó que el envío se destruyó después de que las fuerzas estadounidenses lo confiscaran. En la misma fecha, Reuters informó de esos mismos elementos y reprodujo el contenido del WSJ: un abordaje en el Índico a un barco en ruta desde China hacia Irán, la incautación de componentes de posible uso militar y la destrucción del material, seguida de la autorización para que el buque continuara el viaje.
El WSJ vinculó el operativo con un esfuerzo del Pentágono destinado a interrumpir adquisiciones militares encubiertas de la República Islámica. En ese contexto, el diario relacionó la operación con daños sufridos por instalaciones nucleares y de misiles iraníes durante un conflicto de 12 días en junio, en el que participaron Israel y Estados Unidos. Además, el periódico indicó que las autoridades estadounidenses habían seguido el movimiento del cargamento antes de ordenar el abordaje y la confiscación en alta mar.
Ese conflicto de junio comenzó el 13 de junio de 2025, cuando Israel lanzó ataques sobre instalaciones nucleares iraníes y, según Reuters, golpeó objetivos relacionados con el programa nuclear y el alto mando militar. A continuación, Irán respondió con salvas de misiles contra objetivos militares y ciudades en Israel. Posteriormente, Reuters informó de un alto el fuego negociado por el presidente estadounidense Donald Trump.
El abordaje en el Índico descrito por el WSJ coincide con interdicciones marítimas que Estados Unidos ha comunicado en años recientes en la región, aunque con rutas y destinatarios distintos. En enero de 2024, por ejemplo, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó de que fuerzas navales bajo su mando, con participación de miembros de los Navy SEALs, abordaron de noche una embarcación tradicional tipo “dhow” cerca de la costa de Somalia, en aguas internacionales del mar Arábigo, y se incautaron de componentes de misiles balísticos y de crucero de fabricación iraní que, según CENTCOM, se dirigían a los hutíes en Yemen. Ese comunicado citó, además, la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la prohibición de transferencias de armas a ese grupo.
En el caso del buque que se dirigía a Irán desde China, la información publicada este 12 de diciembre no precisó públicamente el destino final dentro de Irán ni detalló el inventario técnico completo de la carga, más allá de la caracterización general de “componentes” y “artículos” de posible utilidad militar. El WSJ describió el material como de posible doble uso, con aplicaciones civiles y militares, y señaló que funcionarios estadounidenses lo consideraban relevante para capacidades militares iraníes, dado que Washington quiere frenar canales de aprovisionamiento asociados a ese tipo de programas.
El WSJ también relacionó la operación con un refuerzo de la vigilancia estadounidense sobre flujos marítimos asociados a países sometidos a sanciones y la ubicó cronológicamente antes de otra actuación distinta: la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero sancionado en ruta desde Venezuela hacia Irán, como parte de medidas de aplicación de sanciones. Reuters informó el 12 de diciembre de que Estados Unidos se prepara para interceptar más buques que transporten crudo venezolano después de la incautación del petrolero Skipper a comienzos de esa semana, hecho que describió como la primera interdicción de un cargamento o petrolero procedente de Venezuela desde la imposición de sanciones estadounidenses en 2019.
En esa información de Reuters, seis fuentes familiarizadas con el asunto indicaron que las autoridades estadounidenses elaboraron una lista de objetivos potenciales y planificaron las acciones durante meses, con participación del Departamento de Justicia y del Departamento de Seguridad Nacional. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, evitó detallar futuras incautaciones y declaró que Washington continuaría aplicando su política de sanciones. Reuters añadió que se esperaba que el Skipper navegara hacia un puerto estadounidense, donde el Gobierno prevé incautar el cargamento mediante un proceso legal formal.
