En un discurso pronunciado durante el encendido de las velas de Jánuca con la familia de Ran Gvili, el último rehén asesinado en Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu prometió que “traeremos de vuelta a Rani, al igual que trajimos de vuelta a 254 de nuestros 255 rehenes”.
“Hubo quienes no creyeron”, continuó, dirigiéndose a los agentes de policía en la Escuela Nacional de Policía. “Yo creo. Mis colegas del Gobierno creyeron. Dijeron: “Será un milagro”. Yo respondí: “Este pueblo crea milagros”. El Santo, bendito sea, ayuda a los que se ayudan a sí mismos”.
En referencia al tiroteo mortal de Sídney, Netanyahu afirma que le dijo al primer ministro australiano, Anthony Albanese, que la política de su Gobierno “fomenta el terrorismo”.
“Fomenta el antisemitismo”, continuó Netanyahu. “Ustedes piden un Estado palestino y, en efecto, están recompensando a Hamás por la horrible masacre que llevaron a cabo el 7 de octubre. Están otorgando legitimidad a todos estos alborotadores y no mueven un dedo para eliminar estos centros de terror. Esto conducirá a más asesinatos”.
Albanese “no hizo nada”, afirma Netanyahu. Predice que habrá más ataques de este tipo.
“El lugar seguro para los judíos de todo el mundo es aquel en el que el Gobierno, el ejército y las fuerzas de seguridad los protegen, ante todo en Israel, porque nos defendemos a nosotros mismos”.
En su intervención en la ceremonia, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
