El embajador de Israel en Australia reclamó más protección para los judíos del país. Decenas de personas formaron filas el martes en la playa de Bondi, en Sídney, para homenajear a quince víctimas y a los heridos tras los tiroteos ocurridos durante el festival de Janucá del fin de semana.
El ataque perpetrado por dos terroristas el domingo constituyó el peor tiroteo masivo en Australia en casi tres décadas. Las autoridades lo investigan como un acto de terrorismo con un objetivo claro, dirigido de forma directa contra la comunidad judía del país. El caso sigue abierto.
El balance de muertos llegó a dieciséis personas, incluido uno de los presuntos atacantes, de cincuenta años, abatido por la policía. Su hijo, de veinticuatro años y señalado como cómplice, permanecía en estado crítico en un hospital, informó la policía el lunes del país australiano.
Maimon expresó su denuncia pública tras acudir a Bondi y participar en el homenaje a las víctimas. “Solo los australianos de fe judía se ven obligados a adorar a sus dioses a puerta cerrada, CCTV, guardias”, dijo Maimon en Bondi el martes. “Mi corazón está destrozado . es una locura”.
En Australia se sucedieron incidentes antisemitas meses. El jefe de inteligencia los situó como máxima amenaza vital. “¿Qué se puede esperar cuando se pintan grafitis por toda Australia en sinagogas, edificios, edificios públicos, pidiendo la muerte de Israel, la muerte de las FDI, y luego se incendian coches?” dice Maimon.
