Hamza al-Masri, activista anti-Hamás en el exilio, acusa a Hamás de torturar a integrantes de un clan del sur de Gaza. Las detenciones siguieron a la muerte de unos 20 operativos de Hamás en un choque armado con ese clan a inicios de octubre, hechos recientes.
Al-Masri, apoyado en una red de fuentes dentro de Gaza, sostiene que Hamás exigió al clan al-Majaida de la zona de Jan Yunis la entrega de casi 100 miembros tras el enfrentamiento del 3 de octubre, con ataques israelíes con drones y una milicia local anti-Hamás junto al clan.
Parte de los miembros del clan al-Majaida también se presentó ante Hamás después del choque. Según al-Masri, esa decisión buscó ayudar a “contener la crisis y evitar una escalada”, en un intento interno por frenar nuevas tensiones y daños adicionales en la zona sureña de Gaza afectada entonces.
No resulta claro cuántos integrantes del clan al-Majaida habrían quedado bajo custodia de Hamás. Al-Masri identifica a tres personas — Muhammad al-Majaida, Mahmoud al-Majaida y Rafiq al-Majaida — y señala la existencia de otros que prefieren guardar silencio por temor a represalias locales persistentes según relatos.
El informe de al-Masri incorpora imágenes de un hombre identificado como Mahoma. Aparece inmóvil en una cama, con brazos y piernas vendados, después de lo que soportó en “el llamado ‘matadero de ‘ecos de Hamás’ al oeste de Jan Yunis”, según la descripción aportada públicamente.
Al-Masri añade otros lugares de tortura usados por Hamás, entre ellos una instalación bajo el Hospital Nasser de Jan Yunis. La mención cita “testimonios de la juventud del clan y de algunas personas cercanas a Hamás”. Describe tormentos físicos y mentales, incluido el arranque de uñas.
Una fuente gazatí, citada por el Canal 12, afirma que uno de esos sitios se reutilizó tras el acuerdo de alto el fuego del 9 de octubre como cárcel para “personas consideradas opuestas a Hamás — el clan al-Majaida y muchos residentes de Jan Yunis y el centro de la Franja”.
El 13 de octubre, diez días después del choque con Hamás, el clan al-Majaida anunció que entregaría cualquier arma sin licencia a Hamás “a la luz de los desafortunados acontecimientos recientes”. El comunicado no aludió a la entrega de ningún pueblo y exhortó a los miembros a “cumplir la ley”.
Más adelante en octubre, una fuente del ministerio del interior de Hamás citada por el medio Mada Masr sostuvo que integrantes del clan al-Majaida figuraban entre los buscados entregados por familias tras el acuerdo de tregua-rehenes del 9 de octubre. El informe no aclaró si participó la propia familia al-Majaida.
