El rabino Yaakov Levitan es recordado por su carácter modesto y su servicio a la comunidad judía de Sídney, mientras recibe sepultura.
Levitan fue una de las 15 personas que murieron en el atentado terrorista ocurrido durante una celebración de Janucá en la playa de Bondi, en Sídney, el domingo.
Levitan, de 39 años, era emisario de Jabad y secretario del tribunal religioso Bet Din de Sídney. Trabajaba en el Centro BINA, una institución educativa judía de Sídney. En sus palabras durante el funeral, el rabino Michoel Gourarie, director de BINA, señaló que la ley judía “limita los elogios excesivos” en Janucá. Gourarie afirmó que esa norma le habría resultado apropiada a Levitan.
“Odiaba que la gente hiciera alboroto por él”, dijo Gourarie. “Si alguien se levantaba para felicitarlo en público, salía corriendo de la habitación”.
Gourarie añadió: “Así que sé que no le importará y que, en realidad, estará feliz de que nos centremos en mensajes inspiradores y quizá limitemos la expresión plena… de nuestro dolor completo y devastador”.
Gourarie recordó la devoción de Levitan por su familia y por la comunidad judía de Sídney en general. El movimiento Jabad informó que le sobreviven su esposa y sus cuatro hijos, de entre seis y dieciséis años.
“Se tomaba el judaísmo y la ley judía muy en serio”, dijo Gourarie. “Era un esposo excelente, un padre maravilloso y cariñoso, y un gran amigo: mi amigo, tu amigo y el amigo de tanta gente”.
Gourarie señaló que gran parte del trabajo de Levitan se realizó “entre bambalinas” y que “lo llevó a cabo con tanta discreción y humildad”.
“Vimos a una persona humilde, una persona genuinamente buena, un héroe anónimo que nos fue arrebatado”, afirmó.
Su funeral se realizará después del del rabino Eli Schlanger, un emisario de Jabad en Sídney que también murió en el ataque y fue enterrado hoy más temprano.
