En Jerusalén, el senador republicano Lindsey Graham se dirige al primer ministro Benjamin Netanyahu y le advierte que Hamás “no está desarmándose”. Remarca: “Se están rearmando”. Esa evaluación, afirma, guía su lectura del frente palestino y marca el tono del diálogo.
“Tengo la impresión de que están tratando de consolidar su poder, no de renunciar a él en Gaza”, afirma el legislador de Carolina del Sur. También sostiene que Hezbolá en el Líbano “está tratando de fabricar más armas”. Netanyahu replica que Graham “tiene razón en ambos puntos”.
“Es un resultado inaceptable”, responde Graham. Dice que viajó a Israel “con un propósito”: asegurarse de que 2026 “sea el año de la paz y de acabar con los malos”. Presenta ese objetivo como el eje de su visita y su conversación con Netanyahu en Jerusalén, ante medios locales.
La reunión se celebra a una semana del viaje de Netanyahu a Florida, donde planea reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump. En esa cita abordarán el porvenir de los precarios altos el fuego vigentes en Gaza y en el Líbano, según indican fuentes cercanas.
