La preocupación y el suspenso se han apoderado de la pequeña comunidad judía que permanece en Damasco, Siria, en los últimos días tras el arresto de Saleem Hamdani, comerciante de antigüedades y conocido miembro de la comunidad.
Hamdani fue arrestado en su negocio, ubicado en el antiguo zoco de la ciudad, durante una redada de las fuerzas de seguridad locales, y desde entonces permanece detenido para ser interrogado.
El plenipotenciario para Asuntos de la Comunidad Judía de Siria, Ala’a a-Din Harub, dijo a los medios sirios durante el fin de semana que se estima que Hamdani será liberado en un plazo de tres a cuatro días, supeditado a los procedimientos legales y al pago de una fianza, tras lo cual podrá regresar a su tienda.
Según Harub, los intentos de atribuirle diversos delitos carecen de fundamento y será el tribunal el que decida en última instancia.
Harub señaló además que el caso de Hamdani se encuentra actualmente a cargo del juez de instrucción de Damasco y que, tras las gestiones de la comunidad judía, la familia designó a un abogado privado que actúa en coordinación con el abogado de la comunidad. También indicó que se envió una solicitud a las autoridades para que consideraran el estado de salud del detenido. Según funcionarios sirios con conocimiento de los detalles del arresto, este obedeció a una acusación de tráfico ilegal de artefactos arqueológicos. Durante el allanamiento de la tienda, se incautaron varios objetos expuestos y Hamdani fue trasladado a una comisaría de policía de la ciudad para ser interrogado.
Los miembros de la comunidad judía de Damasco, que actualmente cuenta con menos de diez personas, en su mayoría de edad avanzada, destacan que Hamdani es conocido como un profesional experimentado que trabajó durante años en la preservación del patrimonio judío en Siria.
El jefe de la comunidad, Bakhur Simantov, afirmó que la comunidad actúa a través de todos los canales disponibles para garantizar su seguridad y sus derechos, así como para lograr su pronta liberación.
