Estados Unidos e Irán protagonizaron el martes un cruce de acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre los requisitos para retomar las negociaciones nucleares. Washington reiteró su disposición a dialogar de forma directa, mientras Teherán descartó aceptar las condiciones planteadas por la parte estadounidense.
Antes de ese enfrentamiento diplomático, ambos gobiernos habían celebrado cinco rondas de contactos sobre el programa nuclear. Ese proceso quedó interrumpido por una guerra de doce días entre Irán e Israel en junio, conflicto al que Estados Unidos se incorporó con ataques contra instalaciones nucleares iraníes.
Las negociaciones arrastraban dificultades relevantes, centradas especialmente en el enriquecimiento de uranio dentro de Irán. Las potencias occidentales buscan eliminar esa actividad para reducir el riesgo de militarización, mientras Teherán ha defendido con firmeza su continuidad como parte de su programa nuclear.
Addressing Iran’s UN envoy, Morgan Ortagus says Washington remains open to formal talks with Tehran. “But only if Tehran is prepared for direct and meaningful dialogue. Direct and meaningful,” she says, adding that the US will not negotiate in public.pic.twitter.com/r7K7cW6tsC
— Joseph Haboush (@jhaboush) December 23, 2025
“Estados Unidos sigue disponible para conversaciones formales con Irán, pero solo si Teherán está dispuesto a un diálogo directo y significativo”, declaró ante el Consejo de Seguridad Morgan Ortagus, enviada adjunta de Trump para Oriente Medio.
“Hemos sido claros, sin embargo, respecto a ciertas expectativas para cualquier acuerdo. Ante todo, no puede haber enriquecimiento dentro de Irán, y ese sigue siendo nuestro principio”, añadió Ortagus durante la sesión celebrada el martes.
“Apreciamos cualquier negociación justa y significativa, pero insistir en una política de enriquecimiento cero es contrario a nuestros derechos como miembro del NPT, y significa que no están buscando una negociación justa”, respondió la delegación iraní, en referencia al Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.
“Quieren dictar su intención predeterminada sobre Irán. Irán no se inclinará ante ninguna presión ni intimidación”, afirmó la representación de Teherán durante el mismo intercambio en el Consejo de Seguridad.
A finales de septiembre, las Naciones Unidas restablecieron un embargo de armas y otras sanciones vinculadas al programa nuclear iraní mediante un procedimiento conocido como snapback, activado por potencias europeas. Rusia y China cuestionaron la legitimidad de esa decisión.
Reino Unido, Francia y Alemania impulsaron el mecanismo de snapback tras acusar a Irán de incumplir el acuerdo nuclear de 2015, diseñado para impedir el desarrollo de una bomba atómica. Teherán rechaza esas acusaciones y sostiene que su programa tiene fines pacíficos.
El acuerdo de 2015 quedó incorporado a una resolución del Consejo de Seguridad adoptada ese mismo año. Desde entonces, el órgano, compuesto por quince miembros, celebra dos reuniones anuales para examinar la aplicación de ese texto.
Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Dinamarca, Grecia, Eslovenia y Corea del Sur solicitaron la sesión informativa del martes. Rusia y China alegaron que las disposiciones de la resolución expiraron el 18 de octubre y se opusieron a la reunión, que finalmente se realizó.
