La Fuerza Aérea de Estados Unidos acelera el retiro de los A-10 y planea eliminar los 162 aviones restantes en 2026 pese a su eficacia.
Retiro acelerado del A-10 y reasignación de recursos federales clave
La Fuerza Aérea de Estados Unidos impulsa la retirada total de los 162 A-10 Thunderbolt II en el año fiscal 2026 para dirigir fondos hacia aeronaves más avanzadas. El plan, descrito por el Departamento de Defensa, sustituye unidades en bases como Osan, en Corea del Sur, por flotas con mayor modernización. La medida afirma el valor del apoyo aéreo cercano, pero prioriza plataformas con sensores y supervivencia superiores, con fases claras en cada escuadrón.
El proyecto de autorización de defensa nacional para 2026 menciona planes para mantener capacidades del A-10 en la reserva de la Fuerza Aérea y reconoce el valor operativo de sus pilotos en misiones de combate. El Congreso frenó intentos de retiro en ciclos previos para preservar experiencia en apoyo aéreo cercano. La postura actual admite la utilidad de ese acervo, aunque exige transiciones hacia flotas capaces de operar en entornos de alta amenaza con medios modernos.
En junio de 2025, la Fuerza Aérea presentó un plan para retirar 340 aeronaves, con 162 A-10, 62 F-16C/D, 21 F-15E, además de 14 KC-135 y 14 C-130H. La directiva del secretario de Defensa ordenó reducir el gasto en un ocho por ciento. El esquema financia solo 24 F-35 en lugar de 48 y fija mil millones de dólares para repuestos, con la meta de elevar la disponibilidad operativa de las flotas.

En Osan, el 25º Escuadrón de Caza inicia la retirada de sus 24 A-10 en enero de 2025 y cierra el proceso al final del año fiscal, con sustitución por F-16 con aviónica mejorada, F-35 con sensores avanzados y sigilo, y F-15EX con mayor carga útil. La modernización refuerza la disuasión en la península coreana y la interoperabilidad con la República de Corea. En Selfridge, la 127ª Ala recibe 21 F-15EX para reemplazar sus A-10.
Claves del plan de retiro y del mantenimiento de capacidades
- La propuesta elimina los 162 A-10 restantes en el año fiscal 2026.
- El plan de junio de 2025 retira 340 aeronaves de diversas flotas.
- El presupuesto de 2026 financia 24 F-35 y mil millones en repuestos.
- Osan retira 24 A-10 desde enero de 2025 y concluye al cierre fiscal.
- La NDAA 2026 preserva capacidades del A-10 en la reserva operativa.
Historia, diseño y desempeño operativo del A-10 Thunderbolt II
El A-10 Thunderbolt II nació como primer avión de la Fuerza Aérea diseñado para apoyo aéreo cercano, con entregas iniciales en octubre de 1975 en Davis-Monthan, Arizona. Fairchild Republic fabricó la célula con énfasis en simplicidad y resistencia. La misión cubre objetivos terrestres como tanques y vehículos blindados, además de aeronaves marítimas ligeras. La configuración bimotor y el ala recta favorecen vuelo a baja altitud y control preciso sobre zonas de combate.
Dos motores General Electric TF34-GE-100 producen 9.065 libras de empuje cada uno y sostienen una velocidad máxima de 420 millas por hora, equivalente a Mach 0,56. Ese desempeño facilita maniobras a baja altitud y a velocidad reducida para ampliar el tiempo de permanencia sobre el área de operaciones. La envergadura alcanza 57 pies y 6 pulgadas, con un peso máximo al despegue de 51.000 libras. Esa cifra de velocidad define un régimen subsónico para apoyo cercano.

El armamento principal consiste en un cañón Gatling GAU-8/A de 30 milímetros con siete tubos y una cadencia de 3.900 disparos por minuto. La célula admite hasta 16.000 libras de municiones en once estaciones bajo las alas y el fuselaje. La carga incluye bombas Mk-82 de 500 libras, Mk-84 de 2.000 libras, misiles AGM-65 Maverick y cohetes de 2,75 pulgadas con guía láser. El conjunto permite configuraciones mixtas para perfiles de misión diversos.
El blindaje de titanio protege al piloto y a los sistemas contra proyectiles de hasta 23 milímetros. Tanques de combustible autosellantes y sistemas hidráulicos redundantes, con respaldos manuales, elevan la supervivencia en entornos hostiles. La cabina ofrece visibilidad con dosel e integra visión nocturna y pantallas con datos de altitud, velocidad y ángulo de picado. Estos medios permiten entregas precisas con guía láser o GPS bajo techos de 1.000 pies y 1,5 millas de visibilidad.
Reemplazos propuestos y transición hacia flotas mixtas en la Fuerza Aérea
Una propuesta prioriza el F/A-18 Super Hornet Block III para cubrir misiones de apoyo cercano. Un piloto con más de 2.000 horas en A-10, con 690 en combate en Siria, Irak y Afganistán, sostiene esa opción para preservar control aéreo avanzado. El modelo alcanza Mach 1,6 y soporta hasta 7,5 g, con radares AESA para mapeo sintético, búsqueda infrarroja pasiva y enlaces de datos para fusión de sensores y mayor conciencia situacional.
El Super Hornet integra un cañón Vulcan de 20 milímetros con 412 rondas, misiles aire-aire AIM-120 y AIM-9X, y opciones aire-tierra como JDAM, JSOW y AGM-88 HARM. El costo por hora de vuelo asciende a 30.404 dólares. La célula admite empleo desde islas remotas, gracias a tren robusto y reabastecimiento mediante sonda, con ventajas claras en escenarios del Pacífico. El A-10 enfrenta límites por dependencia de reabastecimiento con pértiga y por distancias de despegue.

Otros reemplazos abarcan el F-35, con producción mínima de 24 unidades en 2026 para sostener la cadena de suministro, y el F-15EX, con costo unitario cercano a $97 millones. Ambas plataformas admiten modos no sigilosos para cargas pesadas. El servicio aspira a adquirir al menos 72 cazas por año para sostener 60 escuadrones, aunque el presupuesto impone límites y desplaza énfasis hacia repuestos y modernizaciones. La especialización de pilotos preserva pericia en apoyo cercano.
En la reserva, el plan retiene pilotos entrenados en A-10 para transferir conocimientos a plataformas nuevas y evitar la dilución de habilidades. El F-35 integra pods de puntería como LITENING para entregas precisas, mientras el F-15EX aporta mayor radio de combate con tanques conformes. Transiciones ya visibles, como la unidad de Maryland que convierte su ala a ciberoperaciones tras retirar A-10 en 2025, sostienen misiones de apoyo cercano con radares, contramedidas y municiones guiadas mejores.
