Avigdor Liberman, jefe del partido Yisrael Beytenu, sostiene que el Mossad actuó de forma encubierta con el objetivo de mejorar la percepción internacional de Qatar. Según su planteamiento, la agencia israelí desarrolló acciones discretas orientadas a rehabilitar la imagen del emirato en distintos ámbitos políticos.
Durante la Conferencia Ogen organizada por Yedioth Ahronoth, Liberman declaró, sin presentar evidencias, que el director del Mossad, David Barnea, “celebró una reunión hace aproximadamente un mes con los qataríes en Nueva York”, afirmación que lanzó ante el público asistente al encuentro periodístico celebrado en Israel.
Liberman añadió que en ese encuentro, según su versión, “decidieron establecer cuatro ‘comités de trabajo’, incluido un comité centrado en la cuestión de los medios de comunicación y la imagen de los qataríes”, como parte de un esquema coordinado entre las partes implicadas en Nueva York.
En un comunicado atribuido al Mossad y difundido por medios hebreos, la organización rechazó de forma categórica la acusación y la definió como “infundada, falsa y carente de cualquier base”, negando que exista una operación destinada a mejorar la reputación de Qatar en el extranjero.
El caso denominado Qatargate gira en torno a la sospecha de que varios asesores cercanos del primer ministro Benjamin Netanyahu aceptaron fondos con el fin de impulsar intereses de Qatar mientras ejercían funciones oficiales dentro del aparato estatal israelí durante periodos sensibles de la política nacional.
El propio Liberman, exministro de Defensa, sostuvo que Israel ha “regresado al 6 de octubre: la misma fórmula, los mismos intermediarios qataríes, y Hamás no hace más que fortalecerse”, aludiendo a un patrón repetido en la relación con Doha según su interpretación política pública reiterada.
Según la nota del Mossad, Barnea sí mantuvo en Nueva York encuentros con autoridades qataríes y con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff, donde “abordó una serie de cuestiones significativas relacionadas con Oriente Medio y la Franja de Gaza, incluidas figuras de alto rango de Hamás acogidas por Qatar”.
El organismo precisó que el único punto vinculado a los medios fue una demanda dirigida a Qatar para actuar contra la cadena Al Jazeera, descrita como “que incita al odio, al antisemitismo y al terrorismo”, sin referencia alguna a campañas de imagen favorables en el extranjero.
