El programa NGAD, con el F-47 de Boeing y drones CCA, avanza tras la pausa de 2024 con presupuesto creciente y pruebas en Estados Unidos.
Origen, adjudicación del F-47 y reactivación tras la pausa de 2024
En áreas de ensayos del desierto de Nevada, la Fuerza Aérea de Estados Unidos impulsa el programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación, conocido como NGAD. Este esfuerzo, iniciado en la década de 2010, busca concebir un caza de sexta generación para reemplazar al F-22 Raptor, aeronave de quinta generación en servicio desde 2005 y asignada a misiones de superioridad aérea. El programa adopta arquitectura de familia de sistemas con un componente tripulado y elementos complementarios.
La Fuerza Aérea adjudicó el contrato principal a Boeing el 21 de marzo de 2025 y designó la plataforma como F-47, con lo cual inició formalmente la fase de desarrollo de ingeniería y fabricación. La decisión siguió a una pausa temporal en 2024, motivada por estimaciones de costos que triplicaban el precio de un F-35, y quedó anunciada por el presidente Donald Trump junto al secretario de Defensa Pete Hegseth.
El NGAD abarca una familia de sistemas. Su componente principal es el F-47, caza tripulado para operar en entornos disputados con adversarios que despliegan capacidades avanzadas. DARPA financió aviones experimentales de Boeing y Lockheed Martin; prototipos que redujeron riesgos y verificaron aerodinámica, integración de sensores y maniobrabilidad mediante vuelos reales. Tras la adjudicación final, Boeing asumió la integración en una plataforma con actualizaciones frecuentes bajo control gubernamental para adaptar respuestas a amenazas emergentes.

La solicitud para el año fiscal 2025 ascendió a $2.750 millones para la plataforma NGAD, con aumentos previstos en años posteriores para desarrollo y pruebas de vehículo y sistemas de misión. El Servicio de Investigación del Congreso documentó esos fondos. Un análisis interno de la Fuerza Aérea, completado en diciembre de 2024, respaldó un componente tripulado y concluyó que ninguna alternativa iguala la versatilidad del F-47 en combinación con elementos complementarios del programa.
Datos clave del cronograma, presupuesto y decisiones recientes
- Contrato principal adjudicado a Boeing el 21 de marzo de 2025 y designación F-47.
- Solicitud fiscal 2025: $2.750 millones para NGAD, con aumentos previstos.
- CCA: 559 millones en investigación y desarrollo en 2025 y prototipos con vuelos en verano.
- Recortes atribuidos a Hegseth reasignaron 8% del presupuesto; CCA exentos.
- Pausa temporal en 2024 por costos estimados que triplicaban un F-35.
CCA y operaciones en equipo para ampliar alcance y reducir riesgos
Entre los elementos complementarios figuran los aviones de combate colaborativos, o CCA, drones que volarán junto al F-47 para ampliar alcance y efectividad. La Fuerza Aérea planea invertir $559 millones en investigación y desarrollo en 2025 y prevé vuelos de prototipos en verano de ese año. Estos drones quedaron exentos de recortes atribuidos a Pete Hegseth, que reasignaron el 8% del presupuesto de defensa, y siguen como parte esencial del programa.
Su diseño admite operaciones en formación con el caza tripulado y la asignación de funciones de reconocimiento, ataque o guerra electrónica, con una reducción directa de la exposición del piloto a riesgos. El programa CCA prolonga conceptos previos de “compañero de ala” que la Fuerza Aérea probó en ejercicios aéreos en bases como Edwards, en California, donde obtuvo experiencia práctica para coordinar plataformas y preparar misiones distribuidas en coordinación con el F-47.

La Fuerza Aérea validó integración entre el F-47 y los CCA en entornos simulados del Centro de Pruebas de Vuelo en Edwards. Esas pruebas reflejan un cambio doctrinal desde plataformas aisladas hacia un conjunto interconectado. En marzo de 2025, el general David Allvin afirmó la necesidad del NGAD para diferenciar capacidades en conflictos futuros y apoyó esa afirmación con análisis internos que señalan el impacto del programa en escenarios de alta intensidad.
En abril de 2025, la Fuerza Aérea confirmó un hito de los CCA, con prototipos listos para vuelos iniciales y software orientado a la autonomía durante misiones coordinadas. La institución mantiene a los CCA como parte esencial de la familia NGAD y vincula ese desarrollo a operaciones en equipo con el F-47, sin sustituir el componente tripulado que el análisis de 2024 consideró necesario para sostener la superioridad aérea.
Capacidades del F-47, inteligencia artificial y alcance en el NGAD
El F-47 incorpora baja observabilidad y reduce la sección transversal de radar con mayor eficacia que el F-22, lo que mejora la penetración de defensas enemigas. La integración de inteligencia artificial respalda decisiones en tiempo real a partir del procesamiento de datos de múltiples sensores, con el fin de identificar objetivos y coordinar acciones con los CCA. Estas capacidades apuntan a escenarios de alta amenaza con énfasis en superioridad aérea.
El diseño también introduce mayor alcance y velocidad supersónica sostenida, con una reducción de la dependencia de aviones cisterna durante operaciones a larga distancia. Aun así, el sistema de reabastecimiento aéreo de próxima generación, o NGAS, continúa en evaluación como complemento para misiones que exijan persistencia adicional. La combinación de alcance, gestión de firmas y coordinación con CCA busca sostener libertad de acción sin exposición innecesaria del componente tripulado en zonas densas de sensores adversarios.

Boeing opera bajo un contrato de costes reembolsables con tarifa incentivada: la empresa cubre gastos de desarrollo y recibe incentivos vinculados al rendimiento. Ese esquema alinea objetivos de la compañía con metas de eficiencia presupuestaria de la Fuerza Aérea. La estructura contractual busca acelerar hitos sin sacrificar control gubernamental sobre actualizaciones, integración de software y ciclos de pruebas de la plataforma F-47 dentro del programa NGAD.
El programa incorpora lecciones del B-21 Raider, bombardero de baja observabilidad que comparte tecnologías de integración de sistemas. El diseño modular del F-47 permite actualizaciones rápidas para mantener vigencia frente a avances tecnológicos de adversarios. La plataforma facilita la inserción de mejoras de sensores, procesamiento y comunicaciones con menos dependencia de ciclos largos, bajo control gubernamental sobre configuraciones y verificación de desempeño antes de su adopción en unidades operativas.
Competencia industrial, recursos y aprendizajes para acelerar el programa
Lockheed Martin compitió por el contrato y no lo obtuvo; después anunció planes para trasladar tecnologías desarrolladas durante la licitación al F-35, con el propósito de aproximarlo a niveles cercanos a la sexta generación. La compañía busca alcanzar el 80% de las capacidades de un caza de sexta generación a la mitad del costo mediante mejoras aplicadas al F-35 y al F-22, con un enfoque de rápida incorporación de avances afines al NGAD.
La adjudicación a Boeing mejora la situación de su división de defensa, que reportó ganancias en el primer trimestre de 2025 tras pérdidas previas, y deja a la empresa en posición de optar a ingresos acumulados de cientos de miles de millones de dólares durante la vida del programa. Esa perspectiva depende de hitos de desarrollo, desempeño en pruebas y escalamiento de producción bajo cronogramas acordados con la Fuerza Aérea y con supervisión del Congreso.

La Fuerza Aérea planea destinar $20.000 millones en los próximos cinco años al NGAD, con la finalidad de cubrir el desarrollo del F-47 y la maduración de los CCA. Este esfuerzo convive con la recapitalización de la flota de movilidad en revisión y con la prioridad presupuestaria otorgada al conjunto de programas de superioridad aérea, en el que el NGAD ocupa el primer plano para sostener ventajas cualitativas.
La pausa de 2024 llevó a reconsiderar la interacción con el NGAS y a concluir que un F-47 con mayor alcance reduce la urgencia de un cisterna de baja observabilidad. En paralelo, Boeing completó hitos incentivados en otros contratos, como el T-7, antecedente que respalda expectativas de entrega dentro de plazos previstos. Las instalaciones de la empresa en Misuri y California concentran trabajo de ingeniería y fabricación con resultados derivados de los X-planes financiados por DARPA.
