Gilo Obnish quedó registrado el viernes al ingresar al patio de la vivienda familiar junto a su nieto, apenas instantes antes de que un terrorista acelerara por el sendero adyacente y ejecutara un doble ataque terrorista letal en el norte de Israel, sin que ellos advirtieran el peligro inmediato.
“Llegué a pie para llevar a mi nieto a casa de sus abuelos desde el otro lado”, recordó. “Lo estábamos pasando bien, hacía sol, y llevaba a mi nieto en brazos. Cuando llegué a la puerta, escuché el rugido de un vehículo. Levanté la vista y vi una camioneta circulando a una velocidad increíblemente alta”.
“El conductor me miró a los ojos y yo lo miré a los ojos. No hice la conexión de que se trataba de un atentado terrorista y entré”, recordó Obnish. Según explicó después, el momento transcurrió sin sospechas, pese a la velocidad extrema del vehículo y la cercanía del trayecto.
“Solo una hora después entendí lo que había ocurrido. Cuando me di cuenta de que había habido un atentado terrorista, regresé al lugar y pregunté si el atacante había ido en un vehículo azul, y me dijeron que sí”. Obnish comprendió entonces que había sobrevivido por segundos.
“Entendí que había sobrevivido. Si me hubiera quedado afuera, nos habría atropellado. Fue simplemente un milagro”, añadió. Más tarde, relató el impacto emocional al verse en las grabaciones: “Cuando me di cuenta de que había sobrevivido al ataque y empecé a ver las imágenes de la cámara de seguridad, quedé extremadamente conmocionado. Es algo horrífico”.
En el atentado terrorista del viernes, Aviv Maor, de 19 años, murió apuñalado cerca del kibutz Tel Yosef tras un ataque por atropello que dejó gravemente herido a Mordechai Shimshon, de 68 años, quien murió después. Un adolescente de 16 años sufrió heridas leves.
El terrorista escapó en su vehículo hacia Afula y fue neutralizado tras los ataques. Las autoridades lo identificaron como Ahmad al-Roub, de 37 años, residente de la aldea árabe palestina de Qabatiya, según informaron fuentes oficiales posteriores al asesinato.
