Contra todo pronóstico, los índices principales de la bolsa israelí marcaron este año varios récords, pese a guerras intensas en más de un frente. El avance superó a muchas plazas internacionales, mientras inversores locales y extranjeros elevaron su exposición a firmas que cotizan en Tel Aviv.
En 2024, la TASE ya lideró el crecimiento mundial. Ese salto llegó después de un desplome fuerte tras el inicio de la guerra con el grupo terrorista Hamás en octubre de 2023, un golpe que entonces sacudió la confianza y los precios de las acciones.
En 2025, el repunte no se detuvo y la pendiente se hizo más pronunciada. Las alzas cobraron velocidad tras el choque bélico con Irán en junio y después del acuerdo de alto el fuego con Hamás firmado en octubre, según recoge el informe de la propia bolsa.
El TA-35 trepó 53% en 2025; el TA-125 ganó 52%; y el TA-90 sumó 46% al cierre del 19 de diciembre, señaló el informe de la Bolsa de Tel Aviv publicado el domingo. En el período, el S&P 500 avanzó 18%, el NASDAQ-100 22% y el FTSE 100 25%.
Sarit Berman, directora de investigación de la Bolsa de Tel Aviv, resumió el contexto del año en el informe. “2025 se caracterizó por la continuidad de los desafíos geopolíticos, junto con una recuperación económica gradual de las repercusiones de la guerra más larga que Israel haya conocido”.
También subrayó un motor clave: “La superioridad y las capacidades militares que Israel demostró durante la guerra, así como el acuerdo de alto el fuego con Hamás, fueron factores significativos que reforzaron la confianza de los inversores en el mercado local y añadieron un elemento de optimismo”.
Berman situó entre los hitos la ofensiva de Israel contra el programa nuclear de Irán y el desgaste de sus apoderados en Líbano, Siria y Gaza. En su lista también figuró el alto el fuego de octubre, que cerró una guerra Israel-Hamás de dos años.
Durante décadas, la amenaza iraní pesó sobre el horizonte económico israelí como un riesgo recurrente. Informes de inversores locales y globales, agencias internacionales de calificación crediticia y proyecciones de países la mencionaron de forma habitual entre las principales amenazas geopolíticas para la actividad y las finanzas.
En materia interna, Berman atribuyó parte del impulso a la acción del banco central ante la inflación, a la primera baja de tasas en casi dos años registrada en noviembre y a la estrategia fiscal del gobierno orientada a achicar el déficit en las cuentas públicas.
Desde el estallido de la guerra con Hamás en octubre de 2023, el TA-35 acumuló un alza cercana a 100% y el TA-90 rondó 93%, según los datos del parqué. La bolsa sostuvo que ese desempeño actuó como imán y reabrió la puerta al capital extranjero.
En 2025, los inversores foráneos adquirieron acciones locales por unos NIS 4.300 millones, con foco en empresas financieras y de defensa, tras una salida masiva el año previo. Los minoristas israelíes, por su parte, compraron títulos por NIS 13.700 millones el año pasado, según el reporte del mercado.
El apetito inversor alimentó el rally del sector financiero, con los cinco mayores bancos y las aseguradoras, y también de la energía. En 2025, el TA-Seguros subió 179%, el TA-Financiero 106%, el TA-Bancos 68% y el TA-Infraestructura Energética 71% en un año de compras sostenidas.
El salto de precios se acompañó de más actividad. La Bolsa de Tel Aviv registró niveles inéditos de negociación: el volumen medio diario aumentó 56% este año, hasta NIS 3.400 millones, frente a 2024. La institución destacó el cambio en el ánimo y la vuelta del riesgo.
“La mejora del sentimiento de los inversores tras un prolongado período de incertidumbre, la expectativa de una recuperación económica que seguirá, una disminución de la percepción del riesgo geopolítico y los fuertes incrementos de los índices bursátiles locales han contribuido a un aumento del apetito de los inversores por el riesgo, incrementando el interés en nuevas empresas”, dijo Berman.
