Air France y British Airways anunciaron el jueves que suspenderán los vuelos a Teherán el próximo mes, citando una baja rentabilidad a medida que Estados Unidos vuelve a imponer sanciones a Irán.
Air France, que había conectado con la capital iraní a través de su operador de bajo costo Joon, dijo que cortaría la ruta el 18 de septiembre, culpando a “la mala viabilidad comercial”.
La compañía francesa ya redujo sus conexiones de París a Teherán de tres a la semana a solo una, dijo su servicio de comunicaciones.
British Airways también anunció el jueves que estaba retirando su servicio de Londres a Teherán ya que “actualmente no es comercialmente viable”.
El último vuelo de salida a Teherán será el 22 de septiembre, y el último vuelo de entrada desde Teherán será el 23 de septiembre, agregó el operador de bandera británica.
British Airways dijo que su decisión no estaba relacionada con la imposición de nuevas sanciones por parte del presidente estadounidense Donald Trump a Irán, que ha provocado que muchas empresas extranjeras se retiren del país.
La aerolínea holandesa KLM, parte del mismo grupo que Air France, dijo el mes pasado que también suspendía los vuelos de Teherán debido a “resultados negativos y perspectivas financieras”.
La aerolínea dijo que estaba en conversaciones con las aerolíneas asociadas para ofrecer a los clientes opciones de cambio de reserva, o que ofrecerían reembolsos completos.
Éxodo europeo de Irán
Air France retomó sus vínculos con Teherán en abril de 2016, luego de la firma de un acuerdo entre Irán y las potencias internacionales que ofrecía el levantamiento de sanciones a cambio de garantías de que la República Islámica no vuscaría armas nucleares.
Lufthansa y Alitalia se encuentran entre las compañías europeas que aún realizan vuelos a Irán a pesar del anuncio de los Estados Unidos.
Los Estados Unidos dijeron en mayo que abandonaban el acuerdo nuclear de 2015 y volvieron a imponer sanciones a Teherán en dos fases en agosto y noviembre.
Las otras partes en el acuerdo nuclear, Gran Bretaña, Francia, Alemania, China y Rusia, han prometido permanecer en el acuerdo, pero sus compañías corren el riesgo de grandes sanciones estadounidenses si continúan haciendo negocios en Irán.
Las empresas francesas se encontraban entre las más interesadas en aprovechar las oportunidades comerciales en la República Islámica tras el acuerdo de 2015.
El lunes, el gigante petrolero francés Total anunció que había abandonado oficialmente su proyecto de gas multimillonario en Irán.
Fue la última de una serie de grandes compañías internacionales que se retiró, incluidos los fabricantes de automóviles alemanes Daimler, Deutsche Telekom y Deutsche Bahn.