Al parecer, Israel ha firmado un acuerdo secreto para suministrar gas natural al Líbano, que carece de energía, a través de Egipto, Jordania y Siria.
Amos Hochstein, asesor principal de Estados Unidos para la seguridad energética, medió en el acuerdo firmado el sábado, en el que el gas israelí podría acabar en Líbano, según informaron los medios de comunicación israelíes.
El gas se bombearía desde la estación de extracción en alta mar de Leviatán, a 81 millas al oeste de Haifa, y se enviaría a través de un gasoducto que atravesaría territorio egipcio, jordano y sirio. Sin embargo, su construcción tardaría varios años en completarse, sugirió el informe.
El acuerdo fue supervisado por Estados Unidos y Rusia, en un esfuerzo por proporcionar a Líbano una solución alternativa a su crisis energética que no provenga de Irán.
Sin embargo, no ha habido ningún reconocimiento oficial de dicho acuerdo, ni por parte del gobierno israelí ni del libanés.
Además, el domingo por la mañana, cuando empezaron a circular informes sobre un acuerdo, el Ministerio de Energía libanés emitió un comunicado oficial en el que negaba la existencia de dicho pacto.
El ministerio añadió que el acuerdo en el que había estado trabajando “establece explícitamente que el gas debe proceder de Egipto, que posee grandes cantidades del mismo, y consume dentro del propio país más de cien veces lo que asegurará al Líbano”.
El coronel (retirado) Dr. Jacques Neriah, analista de Oriente Medio en el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén y antiguo asesor de política exterior del primer ministro Isaac Rabin y jefe adjunto de evaluación de la Inteligencia Militar israelí, expresó su escepticismo.
“Este acuerdo es muy inestable, y no creo que vaya a materializarse, desde luego no en un futuro próximo”, dijo.
“Esto perpetuaría la idea de que Líbano, al recibir el gas israelí, estaría legitimando a Israel, algo que nunca ha hecho y que es inaceptable para Hezbolá y para otros socios iraníes en Líbano”, continuó Neriah.
“Constituiría un paso hacia la normalización, que es inaceptable en Líbano debido a su actual realidad política”.
Muchos se preguntan por qué Egipto no puede simplemente suministrar gas a Líbano a partir de su propia producción.
Sin embargo, tanto los gasoductos egipcios como los jordanos ya se utilizan para transportar el gas de la estación Leviatán de Israel a estos dos países, por lo que es imposible no involucrar a Israel cuando se trata de abastecer a Líbano.
Neriah afirmó que la mayor parte del gas natural utilizado en Egipto es suministrado por Israel, a pesar de las afirmaciones del Ministerio de Energía libanés en sentido contrario.
El profesor Eyal Zisser, vicerrector de la Universidad de Tel Aviv e investigador principal del Centro Moshe Dayan de estudios sobre Oriente Medio y África de la universidad, dijo que aunque el gas procediera de Israel, esto no tendría que ser oficial “en el sentido de que una vez que está en otro país, ya no es de Israel”.
Neriah no está de acuerdo. “Esto [el gas procedente de Israel] sería algo que Líbano no podría negar”, por lo que, reiteró, “no creo que sea posible por las implicaciones políticas dentro de Líbano que esto conllevaría”.
El profesor Meir Litvak, experto en Oriente Medio de la Universidad de Tel Aviv, explicó que la economía libanesa se ha hundido y que esto, además de la falta de combustible y electricidad, ha dejado a los ciudadanos desesperados.
Por si fuera poco, Líbano no ha podido explotar sus propios yacimientos de gas natural en alta mar, explicó.
“Hezbolá se ha opuesto a cualquier intento de arbitraje entre Líbano e Israel para determinar la frontera marítima entre ambos países. Y mientras esto no se lleve a cabo, Líbano no puede explorar en busca de gas en sus propias aguas territoriales”, dijo Litvak. “Hezbolá está socavando la economía de Líbano”.
Desde el pasado mes de septiembre, Irán ha estado proporcionando a Hezbolá camiones cisterna ocasionales de petróleo que trae a través de puertos sirios. El gobierno libanés, sin embargo, dice que los envíos violan la soberanía de Líbano y que no recibieron la aprobación del gobierno.
No obstante, el petróleo iraní ha sido la principal fuente de energía que ha entrado en Líbano últimamente. Por eso, con el acuerdo sobre el gas israelí del que se ha informado, Neriah dijo que “Estados Unidos está tratando de socavar la influencia iraní en Líbano”.
Otro aspecto problemático del acuerdo es la participación de Siria. La comunidad internacional, y en concreto Estados Unidos, ha impuesto sanciones a Siria en la última década. Sin embargo, Washington ha hecho una excepción y ha accedido a permitir que el gas pase por territorio sirio. “Los estadounidenses estaban dispuestos a hacerlo para limitar la capacidad de Hezbolá de explotar la crisis”, explicó Zisser.