Más de 100 activistas judíos han firmado una carta en la que piden a los principales anunciantes que pongan fin a su relación con X, la plataforma antes conocida como Twitter que es propiedad de Elon Musk, calificándola de “caldo de cultivo del antisemitismo” que “representa uno de los mayores peligros para los judíos en años”.
Los firmantes también piden a Apple y Google que retiren la plataforma de sus tiendas de aplicaciones, lo que haría efectivamente inaccesible la aplicación de X para la gran mayoría de usuarios de móviles.
El llamamiento, emitido el martes, se produce después de semanas en las que Musk ha interactuado con supremacistas blancos y ha escrito una serie de mensajes atacando a la Liga Anti difamación (ADL), la organización judía de derechos civiles que ha criticado su eliminación de las barreras contra la incitación al odio en el sitio. La ADL también pidió a los anunciantes que suspendieran su gasto en la plataforma el año pasado, y Musk ha amenazado con demandar al grupo por, en su opinión, hundir los ingresos publicitarios de X.
“Hemos visto con horror cómo una nueva etapa en el discurso antisemita se ha extendido como un reguero de pólvora en una de las mayores redes sociales de Estados Unidos”, dice la carta, encabezada por Elad Nehorai, un activista judío progresista. “Todo esto ha sido facilitado y permitido por su propietario: Elon Musk”.
Muchos de los más de 120 firmantes son progresistas, entre ellos el dibujante Eli Valley y Ruth Messinger, expresidenta del distrito de Manhattan y antigua candidata demócrata a la alcaldía de Nueva York, que más tarde dirigió el American Jewish World Service, un grupo de ayuda mundial.
Pero también han firmado varios destacados pensadores y activistas judíos de todo el espectro político, como David Hazony, editor conservador que acaba de publicar “Jewish Priorities” (Prioridades judías), una colección de ensayos; Archie Gottesman, que forma parte de la junta de la Mayoría Demócrata por Israel y cofundó JewBelong, un grupo que pretende combatir el antisemitismo y reforzar la identidad judía, y el rabino Yitz Greenberg, destacado erudito judío ortodoxo desde hace mucho tiempo. La carta también estaba firmada por Rebecca Sirbu, vicepresidenta ejecutiva de la Red de Fundadores Judíos, y el rabino Isaiah Rothstein, académico y asesor de asuntos públicos de las Federaciones Judías de Norteamérica, aunque ninguno de ellos indicaba su afiliación a ninguna organización.
“Estamos alarmados por el hecho de que se dirija a la ADL, no por nuestras opiniones sobre la organización (representamos una amplia gama de puntos de vista, incluidos algunos que se oponen fundamentalmente a la ADL, así como partidarios incondicionales), sino por la forma en que ha utilizado a la organización como una clara representación antisemita del poder judío”, decía la carta abierta.