Adidas ha cortado sus vínculos con el rapero y diseñador de moda Kanye West y ha condenado sus comentarios antisemitas, en una medida que se espera que reduzca a la mitad los beneficios del fabricante de ropa deportiva este año.
La empresa alemana dijo que no “tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio”, y añadió que pondría fin a la asociación “inmediatamente”.
La decisión llega después de que West, ahora conocido como Ye, dijera en una reciente entrevista que podía “decir cosas antisemitas y Adidas no puede dejarme caer”.
“Los recientes comentarios y acciones de Ye han sido inaceptables, odiosos y peligrosos, y violan los valores de la compañía de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad”, añadió Adidas.
El segundo mayor fabricante de ropa deportiva del mundo espera recibir un golpe de hasta 250 millones de euros en sus beneficios netos este año, y sus acciones cotizan a la baja casi un 4 % el martes. La semana pasada dio la alarma sobre los beneficios por segunda vez en tres meses.
La empresa, que desarrolló y vendió zapatillas bajo la marca Adidas Yeezy con West durante casi una década, dijo que “terminaría la producción de productos de la marca Yeezy y detendría todos los pagos a Ye y sus empresas”.
El movimiento de Adidas sigue al de Balenciaga, de Kering, que se deshizo de West a principios de este mes tras las polémicas declaraciones del rapero.
La decisión llega mientras la marca busca un sucesor para el director ejecutivo Kasper Rørsted, que anunció su salida anticipada este verano tras una disputa con el consejo de supervisión y los grandes accionistas.
La línea de zapatillas Yeezy de Adidas se ha convertido en una importante fuente de ventas y beneficios para el grupo. Aunque Adidas no revela las cifras, los analistas estiman que representa el 8 % de las ventas totales de Adidas.
Adidas puso su larga relación con West bajo revisión a principios de este mes después de “repetidos esfuerzos para resolver la situación en privado”, dijo la compañía en un comunicado.
Ya en 2016, dijo que su trabajo con Ye era la “asociación más significativa creada entre un no atleta y una marca deportiva”. El grupo dijo el martes que era “el único propietario de todos los derechos de diseño de los productos existentes, así como de las combinaciones de colores anteriores y nuevas en el marco de la asociación”.
Antes de la decisión, el Consejo Central de los Judíos de Alemania había arremetido contra el grupo. “Sé que las zapatillas de deporte son un gran negocio, pero en una cuestión de antisemitismo, esto no puede ser un obstáculo para hacer lo correcto”, dijo el presidente del consejo, Josef Schuster, al Financial Times, calificando la cuestión de “prueba de fuego para la empresa”.
Schuster también señaló la responsabilidad histórica de Adidas, ya que la empresa alemana estuvo “enredada con el régimen nazi y se benefició de él”.